PAMPLONA - La asociación Gogoan, por una memoria digna, que busca escribir un relato justo del último medio siglo en Euskal Herria, presentó ayer al mediodía sus objetivos con una rueda de prensa en Pamplona. Sus miembros explicaron que la organización la componen “un grupo de hombres y mujeres de Navarra y la CAV” que comparten “una inquietud por las graves vulneraciones de los Derechos Humanos acaecidos en los últimos 50 años”. Desde Gogoan insisten en que se basan en “principio éticos” y no “partidistas”. Con referencias como la vía Nanclares o los encuentros restaurativos entre víctimas y victimarios, insisten en que son una asociación “plural”, no exclusivamente de víctimas o memoria histórica.

DESLEGITIMAR LA VIOLENCIA No en vano, lo que les une es la preocupación por “el relato que se construya” sobre el último medio siglo de historia en Euskal Herria. Esta inquietud ha llevado a Gogoan a tratar de “deslegitimar la violencia”. En este sentido, ven necesario “disociar ETA del contexto del franquismo”, ya que, “la mayor parte de sus víctimas, el 94%, fueron en democracia”, recordaron.

Romper con lo que creen que es un “relato simplista de un conflicto en el que todas las partes han sufrido por igual” supone dar pasos concretos que consideran “necesarios” para “no idealizar a quienes ejercieron ese dolor”. Desde Gogoan piensan que los pasos en esa dirección deben darlos “quienes apoyaron la violencia”; por ejemplo, “acabar con el recibimiento a presos”, “decir explícitamente que ETA mató por ideas” o hacer una reflexión que “reafirme de manera definitiva que la violencia ejercida fue, además de un error, injusta”.

La asociación por una memoria digna considera que este análisis es especialmente relevante en el caso de la violencia de ETA porque observan “una diferencia nítida” con “el terrorismo de otros grupos como el GAL, el Batallón Vasco Español o la Triple A, que no tuvieron un apoyo público significativo”.

En cualquier caso, en Gogoan no olvidan que “hay carencias muy llamativas” en las investigaciones y condenas de crímenes referentes a “actuaciones ilegítimas y desproporcionadas de las fuerzas de seguridad”. En muchos casos, recordaron, “con víctimas que no tuvieron nada que ver con el terrorismo de ETA”. Por todo ello, abogan por “un cambio de actitud y que, desde el Estado, se cumpla con las obligaciones, se aplique la justicia obligatoria y, sobre todo, la justicia que necesitan las víctimas”.

MEMORIA DIGNA El reconocimiento de la culpa de cada una de las partes implica “distinguir claramente las responsabilidades”, lo que, en opinión de los y las miembros de Gogoan, requiere “un ejercicios de autocrítica independientemente de lo que haga el otro. Decimos no a un relato que justifica, bajo el eufemismo del conflicto, tanto dolor”, afirmaron.

Por eso, consideran que “tratar de equiparar sufrimientos secundarios con el asesinato de un ser humano denota una perversión moral inasumible. Solo a partir del reconocimiento, sin matices, sin compensaciones, de la gravedad de los injustos asesinatos, podemos identificar y reconocer otros sufrimientos que generó esta violencia”, así como construir un relato de “memoria digna”, apuntaron.

el perdón de etxerat, un paso Unos de los colectivos que debía reconocer el sufrimiento a quienes Gogoan considera “las verdaderas víctimas” era el de las familias de los presos de ETA. El reciente comunicado de Etxerat, en el que piden perdón por el dolor causado, ha sido recibido como una gran noticia en la asociación por una memoria digna. Miguel Izu, miembro de Gogoan, cree que Etxerat va en “la buena dirección”, aunque echa en falta “la crítica a ETA”.

Desde Gogoan aseguran comprender lo “difícil y, hasta cierto punto, valiente que es reconocer públicamente el error de matar por ideas”, pero lo consideran “elemental” para “desnudar a la violencia de cualquier lectura épica con la que a menudo se ha tratado de revestirla”.