PAMPLONA.- Las expectativas estaban altas y con las ganas a flor de piel, la manifestación de ayer estuvo a la altura de lo esperado para esta segunda huelga del 8 de marzo y las mujeres volvieron a dar un paso adelante y desbordaron las calles de Pamplona para reclamar una causa tan justa como la igualdad. El movimiento feminista sacó músculo y por segundo año consecutivo dejó las calles pequeñas.

Los motivos para protestar eran muchos y se resumieron bien en las cientos de pancartas que niñas, jóvenes, adultas y ancianas portaron durante la marcha que transcurrió desde los Golem Baiona hasta la Plaza del Castillo. La mayoría de los eslóganes recordaban a las mujeres asesinadas por violencia de género -47 en 2018 en el Estado y 11 en lo que va de 2019- que ya no podrán protestar nunca más. Otras, a cada cual más original, llamaban a acabar de una vez por todas con el sistema patriarcal y capitalista. También los Ni un paso atrás violetas se pudieron ver por todo el recorrido dejando claro que al movimiento feminista no lo va a doblegar el surgimiento de discursos reaccionarios, cada vez más extendidos, que pretenden echar por tierra años de lucha en favor de la igualdad.

La marcha transcurrió sin incidencias y demostró que el feminismo sigue manteniendo el pulso en la calle, después de un 2018 marcado por la primera huelga y numerosas movilizaciones contra las decisiones judiciales en el caso de La Manada. En pareja, en cuadrilla, en familia o agrupadas en colectivos, las mujeres iban agolpándose en torno a los Golem Baiona desde media hora antes del comienzo de la manifestación, que también fue secundada por hombres y niños de todas las edades.

Una gran lona con el símbolo feminista se fue abriendo camino por las calles al grito de “Gora borroka feminista”. Tras ella, seguía una pancarta con el lema Las vidas en el centro y detrás un grupo de Cermin reivindicaba los derechos para las mujeres con discapacidad, que tuvieron gran parte de protagonismo en la jornada de ayer. Cuando la cabecera llegaba a la Plaza de la Paz para bajar por la calle Yanguas y Miranda la cola de la manifestación todavía no había llegado al parque de Antoniutti, ocupando los dos sentidos de la avenida del Ejército, fiel reflejo de lo que fue la movilización, que concluyó en la Plaza del Castillo.

amplio seguimiento Ya se preveía que el apoyo a la huelga iba a ser masivo pero para las convocantes se sobrepasó con creces lo esperado. “Se han superado todas las expectativas, ha sido todo un éxito”, reconoció Amaia Zufía, portavoz de los colectivos feministas, quien manifestó el “amplio seguimiento de los paros” en todos los ámbitos y, en el laboral, destacó el gran impacto ejercido “en los sectores feminizados más precarios”.

“Este año la apuesta ha sido la descentralización”, apuntó Zufía, y por ello en más de cien localidades de Navarra se desarrollaron movilizaciones. “Con esto estamos especialmente contentas, porque esas redes son luego las que nos van a permitir seguir tejiendo alianzas”, resaltó.

Además, con esta nueva jornada de huelga han hecho ver que el lema Ni un paso atrás no es una simple consigna, ya que no piensan retroceder. Es más, la representante de los colectivos hizo hincapié en que no dejan de avanzar y este año se ha dado un salto cuantitativo, pero sobre todo “un paso más allá en lo cualitativo, porque hemos concretado mucho más nuestras exigencias políticas”.

Mujeres con discapacidad. “A las mujeres con discapacidad nos ven incompletas y no como mujeres independientes”.

Pensionistas. “Queremos una pensión mínima de 1.080 euros para todas, para las que han cotizado, las que no y para las viudas”.

Migrantes. “A las mujeres migrantes se nos remite a trabajos domésticos o de cuidados, somos más vulnerables”.

Presos. “Las mujeres presas son muy vulnerables, hay que transformar la realidad de las cárceles”.

Estudiantes. El sistema educativo nos invisibiliza y nos educa en la imposición de los roles”.

Bolleras. “Bolleras y trans nos hemos plantado para cambiar la lógica de la hegemonía, exigimos poner la vida en el centro”.