Pamplona - El Balance Energético de Navarra (2017) asegura que “se ha invertido la tendencia negativa de años anteriores, de crecimiento debido a la entrada en el mercado de sistemas automatizados de calefacción por biomasa (pellets y astillas), que aumentan el atractivo de este combustible por su carácter renovable y su menor precio en relación a los combustibles fósiles”, explica documento.
A esta tendencia, se ha unido el incremento significativo de su consumo en la industria papelera debido a cambios en el proceso de funcionamiento de alguna empresa La biomasa consumida en Navarra se reparte prácticamente entre la biomasa industrial (en torno al 80%) y biomasa para usos en edificios residenciales y terciarios públicos y privados (sobre el 20%).
Más del 75% de la biomasa industrial está representada por el consumo de empresas químicas. Son, asimismo, importantes los consumos de biomasa en los sectores de alimentación (asado de pimiento y fabricación de pan) e industria de la madera, corcho y muebles.
aún minoritario Dada la dificultad de obtener año a año una cifra exacta del consumo de dicha fuente energética en el sector residencial, dicha cantidad se analiza según los suministradores, productores y datos aproximados del Departamento de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local. Asimismo, se ha incorporado en los últimos años los datos de fabricantes de pellets.
El consumo de Biomasa en 2017 supuso un incremento del 10,53% respecto al 2016 y un 83,81% respecto a 2017. Tras un fuerte incremento registrado entre los años 2009 y 2013 (pasó e 68.944 toneladas equivalentes a petróleo a 94.709) se produjo una meseta durante el periodo 2013-2015 (en torno a los 94.000 toneladas) para caer en el año 2016 a 87.444, cifra similar la de 2002. Sin embargo en 2017 subió como se ha dicho hasta las 96.000 toneladas. Porcentualmente, no obstante la biomasa sigue teniendo un peso específico aún minoritario en la tarta de la producción y consumo de energía en Navarra donde mandan el petróleo y el gas. - J.I.C.
