SANTA CRUZ DE TENERIFE. La película fue grabada por María Celma, fundadora del movimiento por la limpieza marina Océano Limpio Tenerife, para concienciar de la necesidad de reducir el consumo de plásticos de un solo uso.

Celma explica que el vídeo fue realizado el pasado 24 de marzo en la playa de arena de El Poris, que tiene una longitud de unos cien metros y una anchura de unos veinticinco metros, donde siempre se encuentran grandes superficies cubiertas de microplásticos.

"Cada vez que voy a limpiar hago directos en Instagram, donde vuelco la frustración que siento", asegura la activista, quien anima a la población a crear nuevos hábitos, como acercarse a cualquier playa y dedicar el tiempo que se pueda a vaciarla de microplásticos.

La playa de El Poris, debido a las corrientes marinas y a los vientos alisios, es una en las que más microplásticos ha encontrado de toda la isla, indica Celma, quien lamenta que, después de pasar unas cinco horas limpiándola, continuaba sucia, más de lo que la había visto en los últimos tres años.

"Había una cantidad ingente de microplásticos", alerta la fundadora del movimiento por la limpieza marina Océano Limpio Tenerife, lo que hace que ahora, "más que nunca", la población tiene que involucrarse y "dejar la comodidad de estar tumbados sobre una hamaca".

Aunque falta "mucha concienciación", noticias como la muerte de una tortuga ahorcada por una bolsa de plástico o de cachalotes con kilos de bolsas en el estómago, provocan que muchos vean que se trata de un problema con el que "no se quiere terminar por comodidad".

La publicación de estas noticias y de vídeos como el de María Celma en la playa de El Poris conciencian a la población que, a su juicio, debe ser educada desde la infancia en casa y en los colegios.

La activista, que es profesora en un colegio de la isla, lidera un programa educativo que consiste en informar sobre el peligroso uso del plástico y lleva a los escolares a las costas para que vean con sus propios ojos lo que ocasiona usar y tirar plástico.

"Estamos matando animales marinos por comodidad", denuncia Celma, quien comenta que el gran problema de los microplásticos es que no se pueden reciclar porque son pequeños y contienen diferentes tipos de este material, motivo por el que destaca que es esencial dejar de consumir plástico.

Por ello, cuando se recogen en bolsas lo que se suele hacer es tirarlos a la basura normal o quemarlos, detalla, al tiempo que hace un llamamiento a los ingenieros y creativos para ideen una fórmula que permita "convertir algo malo en algo bueno".