pamplona - Todo arrancó de la sospecha de un comprador navarro, al que su BMW recién adquirido de segunda mano le estaba dando problemas continuos, averías inexplicables para los kilómetros que marcaba y que, además, no disponía de la tarjeta original de la ITV, sino de una copia. Le habían dado gato por liebre, en efecto como sospechaba. Su coche tenía decenas de miles de kilómetros menos que los que marcaba el odómetro. Y, así, tirando de quien le había vendido el coche, el único investigado en Navarra, la Guardia Civil ha desmantelado un grupo criminal que operaba en varias provincias y que se dedicaba a realizar estafas en la compraventa de vehículos de segunda mano de alta gama. Se han identificado 67 vehículos a los que se les había reducido sustancialmente los kilómetros antes de ser puestos a la venta. En algunos casos, los vehículos habían sido rebajados en casi 300.000 kilómetros lo que podría suponer un riesgo importante para la seguridad vial. En total, han sido investigadas 25 personas presuntamente relacionadas con esta trama.

RIESGO PARA LA SEGURIDAD El delegado del Gobierno, José Luis Arasti, destacó que se trata de una operación “especialmente significativa”, ya que “no sólo se ha desarticulado un grupo criminal, sino que además se ha restituido la seguridad de las personas estafadas retirando de la circulación unos coches que habían sido manipulados de forma intencionada y con muy pocos escrúpulos con el único objetivo de lucrarse sin pensar en los riesgos que todo ello conllevaba”. Por ello, felicitó a la Guardia Civil por “todo el trabajo realizado” y ha remarcado que “todo esto es una prueba más de que nadie sobra y de que todos y cada uno de los miembros que componen las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en Navarra suman y son necesarios cuando hablamos de garantizar la seguridad de las personas”.

Agustín Aznárez, jefe de la Agrupación de Tráfico en Navarra, explicó que la investigación se inició a finales de 2017. El grupo criminal tenía dos cabecillas en Madrid y Almería, y se repartían tareas y daban las instrucciones al resto de los miembros, que se distribuían por toda la geografía española. Para llevar a cabo sus funciones, los investigados presuntamente utilizaban un entramado de empresas dedicadas a la compraventa de vehículos, siendo alguna empresa pantalla, así como la intervención de miembros del grupo, todo ello con el fin de no ser detectados y dificultar la labor policial. Se han esclarecido hasta 86 delitos. - E. Conde