Con ambiente y música, una vez más, Pamplona ha despedido el año con su tradicional San Silvestre, la 42ª de su historia, el último macroevento para los amantes del deporte que ha terminado con Álvaro Alduán (12.40) y Raquel Echeverría (14.25) proclamándose campeones en una edición que ha tenido los ingredientes de siempre: disfraces, tensión y festejo.

Mano a mano han llegado a la meta tanto Álvaro Alduán y Mikel Faber. Un segundo de diferencia ha separado a ambos (12.40 el primero, por 12.41 el segundo). Dos pasos por detrás entraba Estanis Ruiz, que no ha podido reeditar triunfo en una carrera que ya ha ganado en más de una ocasión y que se ha tenido que conformar con un tiempo de 12.43.

Maitane Melero, ‘baja’ inesperada

Un percance inesperado ha provocado que Maitane Melero no haya podido completar una de sus carreras favoritas porque su hermana Amaia ha tenido un percance y ha caído al principio de la carrera, sufriendo una herida en la frente que se ha quedado en un susto. Maitane, entonces, se ha quedado con ella.

Clasificación chicos:

  1. Álvaro Alduán (12.40)
  2. ⁠Mikel Faber (12.41)
  3. ⁠Estanis Ruiz (12.43)

Clasificación chicas:

  1. Raquel Echeverria (14.25)
  2. Ana Llorens (15.20), esta mañana ha ganado en Olaz.
  3. Idoia Razquin (15.24)

El triunfo ha sido para Raquel Echeverría, que con un tiempo de 14.25 ha quedado por delante de Ana Llorens (15.20), que corría su segunda carrera del día después de haber ganado esta mañana en Olaz. El podio lo ha completado Idoia Razquin, que ha cruzado la meta con un tiempo de 15.24.

Más de 5.000 dorsales

La prueba, con inicio y fin en Navas de Tolosa, ha congregado a 5.200 personas con dorsal –cifras ofrecidas en los prolegómenos al pistoletazo de salida– que han decidido correr la San Silvestre para acabar el año, y que han estado alentados en todo momento por los miles de espectadores que se agolpan en las vallas que delimitan el recorrido y que con aplausos y gritos de ánimo han trato de brindar un último soplo de aire fresco a los participantes, amigos y familiares en su gran mayoría, mientras los numerosos voluntarios han guiado a los corredores por el recorrido. La prueba infantil, por su parte, ha reunido a 600 participantes.

No han faltado los disfraces y las decoraciones navideñas en esta especial prueba del calendario. Muchos de ellos, sin dorsal establecido, han salido de los últimos escalones para ayudar al ambiente festivo que se vive en días señalados como este.

El gorro de Papá Noel, así como las diademas decorativas, son los atuendos más destacados, pero hay quienes luego han luchado contra la gravedad portando disfraces de gran volumen corriendo el riesgo de tropezarse, así como aquellas cuadrillas de amigos que han optado por dar la nota llamativa y correr juntos formando parte del mismo disfraz, con el mérito que conlleva que este llegue a meta intacto.