pamplona - Julián Estornel Soler, de 75 años de edad, fue condenado ayer en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Navarra a una pena de 7,5 años de cárcel por un delito de asesinato después de haber acuchillado en octubre de 2017 a otro usuario, Antonio Pueyo Remacha, con el que convivía en la residencia de Cárcar. Le asestó cuatro cuchilladas en cara y cuello cuando la víctima estaba en la cama y este falleció semanas después. La conformidad contempla la eximente incompleta de trastorno mental del acusado debido a un cuadro demencial y a las ideas delirantes que experimentaba el procesado relacionadas con que la víctima le acusaba de ser un ladrón, algo que afectaba de forma grave a sus facultades sin llegar a anularlas. Tendrá que indemnizar a la viuda de la víctima y a sus dos hijos y deberá cumplir una orden de alejamiento respecto a ellos una vez que cumpla la pena de prisión. El procesado se limitó ayer a reconocer los hechos y a aceptar la pena, pero no pidió perdón por los mismos. Seguirá cumpliendo la pena en prisión. El acuerdo alcanzado entre Fiscalía, la acusación particular y la defensa evitó la constitución de un jurado popular para juzgar estos hechos. - E. Conde