El matemático e ingeniero Salman Khan, que fue reconocido ayer con el Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional, ha logrado universalizar el acceso a la educación a través de una escuela digital revolucionaria que ya ha llegado a sesenta millones de personas de 190 países. Su lema Sólo tienes que saber una cosa: puedes aprender cualquier cosa ha permitido a su organización sin ánimo de lucro, nacida en 2008, proporcionar enseñanza gratuita en Internet en matemáticas, ciencia o historia.

Khan y su academia han impulsado, según el acta del jurado del Premio Princesa, un “formato original y transformador” que ofrece formación a “todas las edades, en cualquier lugar del mundo”. Gracias a su visión pedagógica innovadora, ha ideado un proyecto formativo complementario y se ha erigido como el maestro del mundo, como avalan los millones de usuarios que utilizan la plataforma educativa on line que el estadounidense puso en marcha desde su casa familiar de Silicon Valley con sus ahorros.

Sus más de 20.000 vídeos -que han sido visualizados más de 1.400 millones de veces- disponibles en inglés, español, francés, turco, portugués y bengalí, que han sido visualizados más de 1.400 millones de veces, han permitido fomentar el concepto de “clase invertida”, que busca darle la vuelta al método de enseñanza tradicional, animando a los estudiantes a preparar la teoría en sus casas para destinar el tiempo de clase a la parte más práctica, directamente con el profesor.

Orientada a las matemáticas en sus orígenes, la Khan Academy se ha ido abriendo a nuevas disciplinas como las ciencias, la historia o la gramática, entre otras materias al considerar que la educación es un derecho fundamental e inquebrantable. Galardonada en 2014 con el Premio Heinz, la escuela digital del estadounidense ha inspirado a otras personas como el ingeniero David Calle, quien creó en España, en el año 2011, la web Unicoos tras conocer esa idea con la que “regalar conocimiento al mundo”.

Este galardón, al que optaban veintinueve candidaturas de quince nacionalidades, es el tercero en fallarse de los ocho premios que anualmente concede la Fundación Princesa de Asturias tras el de las Artes, concedido al dramaturgo británico Peter Brook, y el de Comunicación y Humanidades, al Museo del Prado.

principios en la enseñanza En el origen de su idea estuvo su prima Nadia, a la que en 2004, cuando contaba 12 años, ayudó a superar sus problemas con las matemáticas. Las lecciones que impartía a través del teléfono dieron sus frutos y, al correrse la voz de su éxito, pronto empezó a dar clase a una quincena de hijos de otros familiares y amigos.

En 2006, para ganar en eficacia, abandonó el teléfono y algunas aplicaciones informáticas para centrarse en la elaboración de vídeos con lecciones muy sencillas que luego subía a YouTube, como le había recomendado un amigo. El propio Khan relató cómo sus alumnos le decían que preferían ver sus vídeos a clases personales, porque de esa forma podían volver atrás y visualizarlo cuantas veces fuese necesario hasta comprender la lección, cada uno a su ritmo.

Estos vídeos empezaron a ser vistos por más gente y sus clases iniciales de álgebra y matemáticas llegaron así a miles de internautas de todas las edades, que empezaron a demandar lecciones de más materias y que le animaban a publicar más vídeos. Khan decidió entonces, junto a su esposa, poner en marcha en 2008 la Khan Academy, organización sin ánimo de lucro a la que se ha dedicado plenamente desde 2009, cuando presentó su renuncia en el fondo de inversión para el que trabajaba entonces.

Dos años después del comienzo llegaron las primeras donaciones y la consolidación de un proyecto que ha supuesto todo un revulsivo en el mundo de la educación y la pedagogía, lo que le llevó a la revista Time a incluirle en la lista de las cien personas más influyentes del mundo.

Perfil. De madre india y padre bangladesí, Khan nació en 1979 en un barrio humilde de Nueva Orleans (Luisiana), donde vivió hasta empezar a estudiar en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, donde se licenció en Matemáticas, Ingeniería y Ciencias Informáticas, tras lo que hizo un máster en Dirección de Empresas en Harvard.

Convenios. Salman Khan ha firmado convenios con entidades de gran relevancia internacional como la NASA, el Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York, la Academia de Ciencias de California y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).