Desde hace pocos meses DIARIO DE NOTICIAS viene publicando denuncias de pederastia, temo que como todas las noticias pase de moda y se la coma el olvido. Es importante que sepamos sacar lecciones de esta denuncia pública. La repetición de denuncias por pederastia de hace 40, 50 o 60 años, como fue mi caso, puede generar curiosidad e incluso escándalo en quien las lea. Me temo que hasta morbo y si le pusiera un adjetivo, sería morbo “arqueológico”.

1.- La primera reacción que ha tenido quien ha sido acusado ha consistido en devolvernos la pelota. ¿Cómo es posible que no lo hayáis denunciado antes? ¿Por qué no les plantabais cara en el colegio? ¿Por qué no lo decíais en casa a vuestros padres? Tenemos un mecanismo de defensa natural que nos hace arrinconar los recuerdos dolorosos y traumáticos. Tal vez alguien lo haya callado por vergüenza cuando los pederastas deberían ser los únicos avergonzados. Reiteradamente los que sufrimos aquellos hechos hemos declarado que no entendíamos lo que nos hacían. No sabíamos qué era el sexo, mucho menos entendíamos que alguien pudiera disfrutar tocándonos. No nos opusimos en el colegio simplemente porque les teníamos miedo. No lo denunciamos a nuestros padres porque para ellos nuestros maestros eran sagrados. Su imagen de religiosos les hacía inviolables. Se vivía en una dictadura donde la autoridad era sagrada y la iglesia en todas sus manifestaciones estaba junto a ella. Nuestros padres habían vivido la guerra y rebelarse ante cualquier tipo de autoridad era peligroso. Podían echar a sus hijos del colegio. Ahora me gustaría, humildemente, sacar conclusiones que sirvan a la sociedad.

2.- Quisiera extraer la primera lección, la pederastia es actual y está presente en nuestra sociedad. Atención padres, ahora se da menos que en aquellos años porque no vivimos la misma situación política de poder eclesiástico y por otras razones que desarrollaré. Allí donde hay niños pueden rondar pederastas, siempre serán personas que tengan una superioridad sobre los niños. La pederastia puede encontrarse en los colectivos infantiles en el ámbito deportivo, en asociaciones lúdicas, scouts, de tiempo libre, educativas, eclesiales como catequesis. Por desgracia se da hasta en el ámbito familiar y cuando lo leemos creemos que es tan aberrante como lejano. Atención padres a los cambios de humor, sueño o carácter en nuestros hijos, un niño no denuncia un acoso sexual porque no lo concibe con esa connotación y porque tiene miedo a denunciar a una persona con alguna imagen de superioridad sobre él, entrenador, jefe de grupo, profesor, sacerdote o pariente.

3.- En el ámbito educativo reconozco que ahora se da menos en la enseñanza religiosa porque apenas hay enseñantes clérigos con voto de castidad. Sin embargo, hay seglares con él en organizaciones por todos conocidas que además separan por sexo a sus alumnos. El celibato eclesiástico no facilita precisamente el desarrollo de la sexualidad de manera natural. La prohibición de la relación sexual lleva a intentar realizarse en relaciones de dominio sobre menores. Así pues, denuncio la obligación del celibato como favorecedor de esta lacra.

4.- Vayamos ahora con la Justicia. Los abusos que relatamos no son perseguibles por los tribunales porque están prescritos. El plazo máximo es de 20 años para delitos penados con prisión de 15 años o más. Si la pederastia, abuso sexual de niños, no tiene gravedad suficiente, me parece injusto. Declárenlo imprescriptible.

5.- Siguiendo en el aspecto de la educación quisiera denunciar que la Concapa (Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y padres de Alumnos), se opone al programa Skolae con la razón de que ellos darán la educación en sexo que consideren conveniente. Burdamente manifiestan, Skolae enseñará a masturbarse a los niños. En resumen, el programa, en cuanto a enseñanza de la sexualidad dice esto. Saber sentir, saber bien tratar. El aprendizaje de la sexualidad y buen trato: les acompaña en el autoconocimiento hacia la construcción de relaciones y amores desde la aceptación y el respeto por la diversidad, lejos de violencias machistas. No parece criticable. UPN y PP se han opuesto a su implantación, no digamos el Opus con su peso en la educación navarra. Espero que la acumulación de denuncias les haga variar.

6.- ¿Qué han hecho los Maristas ante las denuncias? Comenzaron por hablar de “hechos difícilmente comprobables”, continuaron quitándose el “muerto” del Hno. Julián que lo hizo en 1995. El que a mí me tocó, en todos los sentidos. Dijeron que había varios hermanos Pedro, no deben tener archivos. Les aclaré que era conocido como “El Tapón”, tampoco debían tener metro ni fotos. Ahora creen que como se secularizó el hermano Braulio y no se le puede localizar. Se llevó con él su responsabilidad y la de su institución Marista. Nos quieren acompañar, acoger y ayudar a los que sufrimos estos abusos. No es fácil ir a recibir ayuda de quien representa a los que te hirieron. Por ahora somos tres los que los hemos denunciado. Si denunciáramos todos los que los sufrimos, vimos y oímos no tendrían capacidad para hacerlo.

Ahora dicen que desde el 2011 tienen un protocolo de actuación para evitar la pederastia. ¿Se lo aplicaron al profesor de Barcelona condenado? Ya en el colmo de la defensa numantina ante lo que les viene, dicen haber presentado una proposición de ley en 2016 para que no prescriban los delitos de pederastia. Jamás nunca, como dicen los argentinos, lo oí. Por fin, el día 10 incluyeron la palabra “perdón” tras denunciarlo yo la víspera como no escuchada. No quiero venganza, indemnización ni ayuda de los Maristas. Quiero que pidan mil veces perdón. Quiero que reconozcan su responsabilidad como institución.

7.- A J. Saldise y Lola Cabasés en sus artículos de opinión del lunes 13, debo en primer lugar agradecimiento. Yo, como Javier Saldise, también tengo un buen recuerdo de los Maristas. El cerebro es tan sabio que archiva mejor los buenos momentos pasados. No equilibraría tanto su opinión si hubiese oído en Radio Pamplona o, como yo, personalmente, a Andoni. De cualquier manera gracias por pedir respeto a los que denunciamos estos abusos. Aprovecho para animar a denunciar todos los que los sufrimos y vimos en cualquier lugar. Para Lola Cabasés dos cosas. Una. Gracias por calificar como “delitos atroces” los abusos, por calificarlos como “gentes reprimidas y tiranas” que usaban y abusaban con el miedo, por calificarlos de “mentes retorcidas” que te mandaban a la vida a afrontar lo que viniera con tan perniciosa experiencia. Los que los sufrimos aún estamos analizando aspectos de nuestra vida que nos llenan de incógnitas, dudas, miedos. En algún caso pánico. La segunda cosa que quería decirle es una pregunta. En los colegios femeninos, ¿no se producían abusos?, los curas que les confesaban, ¿no hacían preguntas procaces?, ¿no han sufrido tocamientos?, ¿Por qué aún no hay denuncias femeninas? Querido lector, si has llegado hasta aquí, tienes mérito. En resumen: quiero que quede claro que éramos demasiado pequeños para saber que era la pederastia y el sexo y que no ha desaparecido porque hayan pasado muchos años. Vigilad para que no suceda. Que el celibato eclesiástico y su voto de castidad favorecen esta desviación sexual. Que la Justicia no nos protege con la prescripción de un delito tan grave. Que aunque tenga un buen recuerdo de mi paso por los Maristas exijo que pidan perdón a nosotros y a toda la sociedad. Por último, gracias a DIARIO DE NOTICIAS y a sus periodistas por el tratamiento que están dando a la noticia. No nos abandonen.

Estanislao, víctima de abusos en Maristas