parís - Vincent Lambert, el hombre tetrapléjico francés en estado vegetativo desde hace once años, falleció ayer, nueve días después de que el Tribunal de Casación, la más alta autoridad judicial francesa, decidiera autorizar la desconexión y retirar la alimentación artificial. Fue el 2 de julio cuando los médicos retiraban el soporte vital, tras años de litigios y la decisión judicial del Tribunal de Casación. El fallo revocaba la sentencia del Tribunal de Apelaciones de París, que se pronunció en mayo contra la desconexión de la máquina que mantiene con vida a Lambert, quien se ha convertido en símbolo de la campaña por la muerte digna en el país europeo. La eutanasia es ilegal en Francia, si bien una legislación aprobada en 2016 permite a los médicos poner a los pacientes en estado terminal en sedación profunda y continuada hasta su muerte.

La familia de Lambert llevó el caso a las Naciones Unidas, buscando la presión diplomática para mantener a su hijo en el soporte de vida, en contra de los deseos de otros miembros de la familia que consideraban más humano terminar su tratamiento. Lambert, un enfermero de 42 años, sufrió un accidente de tráfico en 2008 que le dejó tetrapléjico y en estado vegetativo. No dejó por escrito un testamento vital donde se especificaran sus deseos, lo que enfrentó a su familia sobre la pertinencia o no de mantenerlo con vida.

“crimen” Su mujer e hijos estaban de acuerdo con la decisión del equipo médico de desconectarle, mientras que los padres y dos de sus hermanos agotaron todas las vías judiciales para impedir que se detengan los cuidados que lo mantenían con vida. En un mensaje público en mayo, los padres se dirigieron al presidente, Emmanuel Macron, pidiéndole que impidiera que los médicos dejaran morir a su hijo. Tras el fallecimiento, los padres de Lambert denunciaron que se trata de un “crimen de Estado. Vincent ha muerto asesinado por razón de Estado y por un médico que ha renunciado a su juramento hipocrático”, indicaron en un comunicado difundido por dos de sus abogados, Jean Paillot y Jérôme Triomphe. “Hoy se ha ido un poco nuestra humanidad. Es momento de duelo y de recogimiento, también para meditar sobre este crimen de Estado”, concluyeron en el comunicado. - Efe/E.P.