TAFALLA. Las calles aledañas a la ribera del río en Tafalla continuaban ayer repletas de camiones de limpieza de desagües extrayendo agua, con la disposición de decenas de contenedores de obras llenos de escombro y con el ruido de las idas y venidas de grúas y tractores que portaban tierra y matorrales que recogían de los restos de la acción de la riada del pasado lunes 8.

Desde el puente Cidacos, roto hace ocho días por la fuerza de los coches arrastrados por el agua desbordada, ayer aún seguían varias grúas en labores de limpieza bajo los arcos y se podía ver un vehículo de los tantos que arrastró el agua hace una semana. Muy cerca, en la calle Hortanco -con vistas al río-, el vecino Iñaki González mostraba la altura que el agua alcanzó en su almacén, planta inferior de la vivienda, y en el que dos días después de la catástrofe un grupo de hasta cuarenta personas (conocidas y desconocidas) apareció para ayudar en los trabajos de limpieza.

En esa misma calle, casi zona cero de la inundación, un albañil pamplonés reconstruía un muro venido abajo y mostraba colonias y demás productos de supermercado arrastrados por el agua una semana antes. Asimismo, en el terreno cercano a Ereta y a la calle Olleta, varios camiones de desciegue continuaban su trabajo en garajes, con bombas de agua a pleno rendimiento. De igual modo, en la calle Martínez de Espronceda, un grupo de trabajadores seguía sacando mobiliario y barro de oficinas.