pamplona - El que fuera hermano marista entre 1963 y 1968 en el colegio Santa María la Real de Pamplona, Braulio V.A., y al que se instó a dejar la institución por los abusos que denunciaron hasta cuatro alumnos de aquella época como víctimas menores de edad y de los que también dieron fe doce testigos, pudo seguir sin ningún tipo de obstáculo vinculado al mundo de la enseñanza al poco tiempo de ser expulsado en noviembre de 1968 del centro pamplonés. En concreto, según una información publicada recientemente por el diario El País, Braulio V.A., que actualmente tiene 80 años, habría regresado después de su paso por el centro navarro a su tierra natal, Burgos, y habría encontrado trabajo en el colegio La Salle. Lo hizo ya como seglar, según confirmaron a ese periódico portavoces de esta congregación religiosa. Allí permaneció solo dos cursos, entre 1968 y 1970, y aunque la orden dice desconocer los motivos de la marcha del religioso, un exalumno manifiesta que también fue allí acusado de abusos y que esa fue la razón por la que tuvo que marcharse del colegio. Otra de las aficiones que practicaba en Pamplona, la de encargarse de la gestión de los equipos de balonmano del colegio, parece ser que también la desarrolló en Burgos en equipos de los propios maristas, aunque en este caso la orden que le había apartado niega que lo hiciera como profesor en el centro de la capital burgalesa y que no figura en los archivos si pudo continuar allí con esta faceta deportiva. Sea como fuere, nada le impidió a este hombre -luego convertido en historiador e investigador del camino de Santiago y del arte románico, casado y padre de una hija posteriormente a esos hechos denunciados- seguir desempeñando su labor docente como si tal cosa pese a que la denuncia de sus actos en Pamplona había reunido cantidad de testimonios en contra de su actitud pedófila. Posteriormente a ese paso por La Salle y también a la actividad deportiva desarrollada, Braulio impartió al menos durante 18 años enseñanza como maestro de Primaria en el colegio de Jesuitas de Burgos, centro al que llegó mucho tiempo después de que fuera forzado a dejar la institución marista. En concreto, ejerció como maestro de Primaria entre 1987 y 2005.

Conviene recordar que sobre esta persona consta una denuncia efectuada por Andoni, un pamplonés de 63 años, que ha denunciado los abusos que sufrió por parte de este hermano en Maristas y de otros dos religiosos más. La denuncia la investiga la Policía Nacional y en la misma se denuncia también el presunto ocultamiento de pruebas de la institución, resume Andoni.

Denunciado por 4 alumnos y doce testigos. Braulio V.A., de 80 años, vive ahora en Burgos, su tierra natal. Estuvo trabajando como hermano marista entre 1963 y 1968. En noviembre de ese año tuvo que dejar la orden. Fue denunciado por cuatro alumnos y doce testigos. Se solicitó la dispensa de los votos perpetuos en Roma debido a su conducta pedófila reiterada. Luego, pese a ser notoria dicha conducta, pudo seguir trabajando en Burgos, primero en La Salle, luego como entrenador de balonmano y, por último, en Jesuitas, desde 1987 hasta 2005, cuando se jubiló.