pamplona - Investigadoras de la Universidad Pública de Navarra han experimentado “con éxito” el uso de gafas de realidad aumentada para apoyar las tareas de instrumentación quirúrgica de enfermería en quirófano, tal como recoge un artículo publicado en la revista Medical Education. La prueba con esta tecnología se realizó durante una operación desarrollada en el Complejo Hospitalario de Navarra (CHN), con cuya dirección de Cuidados Sanitarios la Facultad de Ciencias de la Salud mantiene una relación de colaboración para el desarrollo de propuestas innovadoras que den respuesta a las necesidades detectadas en la práctica de enfermería, informó la UPNA.

Las autoras del artículo son Leticia San Martín, Nely Soto y Paula Escalada, integrantes del Grupo de Investigación en Saberes Enfermeros de la UPNA, junto con Guillermo Echeverría, graduado en Enfermería por la institución académica. Las investigadoras trabajan con la empresa navarra Industrial Augmented Reality para encontrar, en el ámbito de la Enfermería, soluciones innovadoras basadas en la realidad aumentada. Para este proyecto fue imprescindible la colaboración del personal del bloque quirúrgico del CHN y, especialmente, de sus jefas de unidad: Diana Marcilla y Carmen Larumbe.

La realidad aumentada, según explicó el centro, consiste en combinar imágenes del mundo real con las virtuales proporcionadas por un dispositivo tecnológico para crear así una realidad mixta en tiempo real. A diferencia de la realidad virtual, no sustituye al mundo físico, sino que añade información. En este proyecto, se utilizaron las gafas HoloLens, diseñadas por la empresa Microsoft.

“El aparato permite, a la enfermera o enfermero instrumentista que utiliza las gafas de realidad aumentada, ir viendo en una pantalla virtual información sobre los pasos de la operación quirúrgica que está realizando y cómo se van a ir sucediendo, a la vez que sigue visualizando el instrumental y el campo quirúrgico con total normalidad. Las gafas se adaptan perfectamente a las particularidades del contexto quirúrgico, ya que su manejo se realiza mediante gestos con las manos o por órdenes de voz, sin necesidad de tocar ningún dispositivo”, expuso San Martín.

La razón de este proyecto reside en que el quirófano es un lugar de trabajo “altamente exigente, donde se necesita un elevado nivel de formación y conocimientos”, apuntó Soto. Teniendo en cuenta el gran número de procedimientos quirúrgicos en cada especialidad y de instrumentos, resulta “todo un desafío” la incorporación de personal novel de Enfermería y de estudiantes. De ahí la necesidad de experimentar con esta tecnología, que se llevó a cabo con Echeverría durante una operación para implantar una prótesis parcial de cadera. El resultado de la experiencia fue calificado por estas investigadoras como “muy positivo”. - D.N.