Bilbao - La decisión de la jueza de guardia de dejar en libertad, con la obligación de acudir todos los días al juzgado, a cuatro de los seis detenidos por la agresión sexual en grupo ocurrida en el Parque Etxebarria se basa en que no hay indicios suficientes de su participación en los hechos y, al contrario de lo ocurrido con los dos que están en prisión, la víctima no pudo aportar una descripción física de ellos.

El auto de la magistrada del Juzgado de Instrucción número 6 de Bilbao, que se encontraba de guardia cuando fue denunciada la violación en grupo, señala que “respecto de los indicios de autoría, la víctima no proporcionó la descripción de todos los autores salvo la clara identificación física de M. S. y la de un varón con pantalón de chándal negro”. También indica que “la víctima no pudo aseverar si fueron cinco o seis los partícipes”, aunque sí dijo que dos de los integrantes del grupo, M. S. y A. S., la tiraron al suelo antes de agredirla.

El auto, que argumenta la decisión de encarcelar a dos de los seis detenidos y decretar la libertad con medidas cautelares de los otros cuatro, comienza relatando los hechos denunciados por la joven de 18 años agredida sexualmente. Así, señala que “refiere que fue el primer varón, caracterizado por llevar diversos tatuajes y uno en particular muy distintivo que porta el encausado M. S. en su cuello, quien desarrolló tal acto [la agresión sexual] en primer lugar y que aunque cerró los ojos, pudo sentir que se iban sustituyendo hasta en cinco o seis ocasiones, sin poder proporcionar seguridad sobre el número total de agresiones sexuales o partícipes”. A continuación la jueza resta valor a la identificación de todos los componentes del grupo de presuntos violadores y sobre cuatro de ellos dice que “tampoco es concluyente de ello [de su participación] el hecho de que acompañaran al principal identificado (quien no declaró) cuatro horas después de acontecer los hechos, manifestando todos ellos que fue el último en llegar”. Cuando el grupo en el que estaban los dos individuos descritos por la víctima fue localizado por los agentes de policía, detenido y “mostrado” a la víctima, esta “tuvo la sensación de que eran esas personas”, pero -dice el auto- “no se proporcionó ningún dato o señal distintiva antes de ese reconocimiento, salvo las mencionadas, sin cotejo entre personas de fisonomía similar”.

Juez decano

Esta falta de certeza absoluta respecto a la participación de cuatro de los detenidos fue también alegada por el juez decano de Bilbao, Aner Uriarte, para rebatir las críticas a la decisión de la magistrada de dejarles en libertad. Uriarte rechazó que la Justicia “haya fallado” en este caso y reiteró que si cuatro de los acusados no ingresaron en prisión, es porque existen dudas sobre su participación en la agresión sexual múltiple.

A su entender, ante casos como este, “la gente parte de la base como si [los acusados] hubieran sido juzgados ya”, cuando existe “el derecho a la presunción de inocencia y el derecho a la defensa”. Uriarte explicó que nadie duda de la declaración de la víctima, pero matizó que la Justicia debe ser garantista, y, si no está claro que todos participaron en la agresión de la misma forma ni la víctima les identificó, las medidas judiciales “son las adecuadas”.

“Si la jueza viera claro que los seis están implicados en una agresión sexual como esta, en grupo y tan brutal como se dice que ha sido, habrían ido los seis a la cárcel, seguro”, insistió Uriarte antes de recordar que, pese a la alarma que generen los hechos, desde la perspectiva judicial, se debe “comprobar” lo denunciado y tienen que existir indicios racionales de que los detenidos participaron en la agresión.