pamplona - “Niebla, piedras, cuestas... de eso está lleno el camino que hemos recorrido durante los últimos mil días”, mencionó ayer Bel Pozueta, portavoz de Altsasu Gurasoak, en alusión al tiempo que tres jóvenes llevan en prisión a raíz del caso Altsasu. Desde la cima de San Donato y ante cientos de personas que subieron el monte en una marcha reivindicativa y solidaria, la metáfora comparativa de su situación con la subida al monte Beriain dio paso a un importante matiz: “Todavía no hemos llegado a nuestra cima”, la de “la justicia” y “la libertad” de Oihan Arnanz, Jokin Unamuno y Adur Ramírez de Alda, puntualizó la madre de este último.

“¿Quién nos iba a decir hace mil días que hoy íbamos a estar así?”, se preguntó Pozueta. La respuesta a este lamento, no obstante, tiene otra cara: la que forma el conjunto de los rostros empáticos que tenía frente a ella; “gente diversa”, destacó.

En este caso, el ejercicio de ponerse en el lugar del damnificado implica una inevitable rabia contenida. Sin embargo, no hubo una sola referencia a aquellos que consideran culpables en las intervenciones de Pozueta y Aritz Leoz, portavoz de Altsasukoak Aske. Por el contrario, Leoz se limitó a agradecer el apoyo recibido “por parte de personas de distintos pueblos y barrios”. Entre ellos destacó un grupo de catalanes que se animó a subir el monte Beriain desde Unanu en apoyo a la causa alsasuarra.

Nueva iniciativa

Mila mezu, mila besarcada

Libro de mensajes

Las plataformas de apoyo a los jóvenes de Altsasu aprovecharon la ocasión para presentar su nueva iniciativa: Mila mezu, mila besarkada (Mil mensajes, mil abrazos). “Se trata de un libro de notas abierto a todo el que quiera trasladar sus ánimos a los tres encarcelados”, explicó Leoz.

El motivo que les ha llevado a promoverlo no es otro sino el de “transmitirles “el orgullo” de la “cohesión de un pueblo”, subrayó el portavoz de Altsasukoak Aske; ya que, según desveló Bel Pozueta, los presos “están incluso más sorprenidos” que los familiares porque “cuando pensamos que la lucha de la gente se perderá en el tiempo, hay una nueva e increíble demostración de solidaridad que nos conmueve”, agradeció.

Los asistentes a la marcha de ayer fueron los primeros en escribir sus mensajes de apoyo desde la cima de San Donato. Por ejemplo, el beasaindarra Mikel Lasa Altuna les dedicó unas líneas que espera que “sirvan para levantar su moral, especialmente ahora que estarán nerviosos por el 18 de septiembre”, cuando los magistrados estudien los recursos presentados por la defensa, apuntó.

Por eso, el libro llegará a manos de los jóvenes encarcelados antes de esa fecha, cuando podrán leer la nota de confesión de la azpeitiarra Eba Campos: “Cuando me acuerdo de lo que sufren, me pongo la canción Aurrera Altsasu y pienso en el apoyo que también deben estar sintiendo”. Su lectura positiva es la misma que promueve la canción: Txarrenari onena atera diozu.