pamplona - El colegio Salesianos de Pamplona, a través del portavoz de comunicación de la institución, Javier Valiente, aseguró ayer que no les constan más denuncias referentes a abusos sexuales, además de la presentada a principios del pasado mes de junio por Iñaki (nombre ficticio) que denunció ante el colegio y en el Arzobispado, aunque no de manera policial, los abusos sufridos a manos del sacerdote Manuel Ivorra Segura, apodado El Topi, en 1970.

De la misma manera, Salesianos niega que dispongan de archivos o algún tipo de documentación que acredite las conductas pedófilas del religioso, a pesar de que víctimas y testigos de aquellos hechos aseguren que en los años 60 la dirección del centro advirtió a los alumnos del comportamiento sospechoso de Ivorra, al que el propio director Pablo Baraut describió ante uno de los estudiantes como una persona “enferma”. Aún así, a pesar del conocimiento existente de la conducta inadecuada del sacerdote ya en los 60, Ivorra siguió ejerciendo como docente en el centro hasta fallecer en 1995. El centro se apoya en que debido a la falta de supervivientes de la época, aquellos quienes podían tener constancia o podían avalar el comportamiento inadecuado de Ivorra, han fallecido y que, por ello, la investigación de los hechos está resultando improductiva. Igualmente, no existe constancia escrita de ninguna advertencia.

Por otro lado, tras el encuentro que Salesianos mantuvo hace dos meses con el primer denunciante, decidió activar el correo electrónico escucha@salesianos.es, un canal abierto mediante el cual todo aquel que haya sido víctima o testigo de este tipo de sucesos pueda dejar constancia de ello ante la dirección del colegio.

tres casos en Salesianos Junto al testimonio de José, publicado ayer en este periódico, ya son tres las personas que han denunciado públicamente haber sido víctimas de las conductas pedófilas de Ivorra, situado en Salesianos de Pamplona entre 1955 y 1995. Esta última víctima afirma que el actuar irregular del sacerdote, que fue durante décadas responsable del servicio nocturno y que ejercía también de profesor de varias asignaturas, como la de Física y Química, ya fue en cierto modo advertido por el responsable del colegio en 1960.

Así, este testimonio se une al de Iñaki, que denunció haber sido víctima de las conductas abusivas de Ivorra en 1970, mientras cursaba Maestría Industrial en Salesianos. Iñaki narra que Ivorra le daba clases de refuerzo de Física y Química y que durante estos encuentros, que se producían los sábados, Ivorra aprovechaba que se encontraban a solas para adormecer a Iñaki con alguna especie de producto tóxico y así poder abusar de él.

Por su parte, Pablo (nombre ficticio), otro exalumno de Salesianos manifiesta que en 1958 también sufrió en sus carnes la conducta abusiva de Ivorra. En su caso El Topi se propasó en el despacho donde le manoseó sus partes íntimas.