Almería - El coronel jefe de la Comandancia de Almería, Arturo Prieto Bozec, ratificó ayer ante el jurado popular que juzga a Ana Julia Quezada, única acusada por el asesinato del niño Gabriel Cruz, que la búsqueda del menor costó 200.203,38 euros, en una valoración de “mínimos”.

Bozec manifestó que este tipo de servicios supusieron una “implicación de un montón de unidades diferentes, con circunstancias de búsqueda, el hecho de ser un niño y tener movimientos más imprevisibles, implica más personal, más tiempo implica más personal también”.

Reiteró el “importante” número de personal e indicó que este informe es de “mínimos, el mínimo coste y en base a cantidades fácilmente justificables”. “Habría otros conceptos que se podrían contemplar pero difícilmente cuantificables”, apostilló, precisando que la intención es que fuera “muy objetivo”.

Por otro lado, Quezada permaneció durante más de tres horas en la finca de Rodalquilar, en Níjar (Almería) en la que mató al pequeño el 27 de febrero del año pasado, según los datos telefónicos recopilados por la Guardia Civil durante la investigación del caso.

Así lo dijeron dos agentes de este cuerpo, entre ellos un capitán que participó en el caso de Diana Quer, que solicitaron los datos asociados al número y terminal de la acusada, de los que dedujeron todas las llamadas entrantes, salientes, SMS y la antena telefónica a la que estuvo conectado el dispositivo.

Premeditación y alevosía Para el letrado de la acusación particular, Francisco Torres, las pruebas “determinan cada día más la responsabilidad alevosa, premeditada” de Quezada, que buscó “en todo momento” acabar con la vida de Gabriel en el “sitio apropiado” para matarlo y que incluso podría haber llegado a limpiar el escenario del crimen y subrayó que estuvo al menos “tres horas y 18 minutos” en la finca de Rodalquilar en la que expiró Gabriel, en “contra de sus versiones, en las que dice que estuvo una hora u hora y media, fue mucho tiempo”.

Por otro lado, el abogado de Quezada mantuvo que el informe de posicionamiento telefónico de la Guardia Civil coincide con el relato de su cliente. - Efe