“Los puteros no pueden eludir su responsabilidad”

Yolanda Rodríguez, integrante y fundadora de dicha plataforma navarra, apuntó que han querido poner el acento en los llamados “consumidores, prostituidores o puteros”, lo que “vulgarmente se llama clientes”, una denominación que rechazan porque “supondría una relación de igualdad con las mujeres y no es así”. “Los puteros no pueden eludir su responsabilidad; con su demanda sostienen el sistema prostitucional; si no hubiera esa demanda no habría prostitución y no habría trata ni tráfico de mujeres”, precisa Yolanda Rodríguez.

A través de los dos cortos, se exhibió, por un lado la figura del putero, “que es lo que hace; una realidad de denominación y desigualdad porque quien tiene dinero es quien manda”. Por otro, en Escúchame se relata el caso real de una mujer rusa que fue prostituida en Madrid. Esta acción es una más de la plataforma. En octubre prevén realizar una acción de calle. Su objetivo, dice Yolanda, es “visibilizar la problemática. Sacarla a la luz y que la gente se de cuenta de como están estas mujeres”.

En Navarra se han hecho dos diagnósticos sobre esta situación. El primero del grupo Alter, de la UPNA, que dirigía Miguel Laparra, y el realizado por Médicos del Mundo en 2017. “No ha cambiado mucho la realidad. Aumentan en Sanfermines, pero básicamente oscilan entre 700 y 800 mujeres”, apunta Yolanda, quien precisa que los datos que manejan las entidades no son de mujeres que actúan libremente, sino de las que están en circuitos donde se produce la explotación sexual. “Lo que se define como trata el uso de amenazas, la coacción... No obstante, el Protocolo de Palermo es muy claro y también se refiere a la vulnerabilidad. Si tú te aprovechas de la situación de una mujer porque no tiene dinero, carece de papeles, etc, es también víctima de trata y ahí entran la inmensa mayoría de las mujeres prostituidas, ya que, si tuvieran otra salida laboral, no estarían ahí. Por eso pedimos políticas públicas que den alternativas laborales dignas a estas mujeres”

Añade Yolanda que es precisamente lo que ellas piden. “Ellas se refieren a la prostitución como un trabajo pero cuando les preguntamos por sus necesidades nos dicen que un empleo digno ya que no consideran que su labor lo sea. Piden empleo, vivienda, atención psicológica. Hay que prestar atención a sus necesidades básicas y también a las estratégicas; por eso hay que pedir leyes que den una salida real y alternativas a la prostitución”.

Opina que Navarra está avanzando y destaca que en la ley foral contra la violencia hacia las mujeres, la prostitución se considera una forma de violencia machista, aun con consentimiento de la víctima. Aunque el avance se ralentiza a la hora de acceder a los recursos para las mujeres que quieren salir de la prostitución, aunque, destaca, por lo menos pueden pedir la renta garantizada”.