pamplona - Tras reconocer que “nuestro Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea (SNS-O) necesita un impulso, una renovación, un salto cualitativo”, la consejera de Salud, Santos Induráin, anunció ayer que “con carácter inmediato” empezarán a trabajar en una nueva Ley Foral de Salud para “dotar al sistema público de las herramientas de gestión de una organización moderna, de las que en la actualidad carece, para que esté en condiciones de dar una respuesta más ágil y eficiente a las necesidades y demandas sociales y de los profesionales”. Así lo expuso en una comparecencia parlamentaria, a petición propia, para explicar las que serán las líneas de acción de su departamento.

Una sesión en la que también manifestó que “vamos a innovar en políticas de salud, de salud pública y de salud laboral”, impulsando estilos de vida saludables, y “nos proponemos desmedicalizar en lo excesivo la vida cotidiana y promover la cultura de la corresponsabilidad, el autocuidado y los cuidados mutuos. Vamos a poner el foco en la prevención, en las personas y en lo comunitario”. La consejera, acompañada por su equipo, destacó que “Navarra disfruta de unos niveles de salud, de unos servicios de salud y de unos profesionales” que se encuentran “a la cabeza del Estado y muy arriba entre las regiones europeas”, pero para avanzar en los retos que tiene por delante precisa de una nueva Ley Foral de Salud -la actual tiene 30 años-. Para su elaboración, expresó su deseo de contar con los profesionales sanitarios y con el “mayor consenso” posible.

En su intervención, señaló como retos globales que deben afrontar: el “envejecimiento” de la población; lograr “una financiación sanitaria adecuada y suficiente”, para lo cual pretenden asegurar que la sanidad cuente con un presupuesto “estable y eficiente, con un horizonte del 6,5% del PIB”; y los efectos del cambio climático en las personas. Asimismo, además de la elaboración de un nuevo marco normativo, entre las prioridades del departamento está desarrollar la Estrategia de Atención Primaria y Comunitaria; reforzar la salud pública y laboral; impulsar el III Plan de Salud Mental; optimizar la atención hospitalaria; desarrollar la inteligencia de los sistemas para que ayuden en la toma de decisiones; impulsar “una renovación tecnológica racional” y una política de inversiones con un criterio “costo-efectivo”; así como apostar por los profesionales.

Induráin expuso que los dos ejes estratégicos para los próximos 4 años son “mejorar el estado de salud y el bienestar de la comunidad y reducir las desigualdades en el ámbito de salud” y “garantizar, mejorar y renovar el sistema sanitario para dar respuesta a las necesidades de la población”. Dos ejes que desgranó en diez líneas estratégicas para cuya consecución pidió el apoyo de los parlamentarios, porque “nuestra salud, gure Osasuna, merece que la blindemos de utilizaciones partidistas interesadas”.

Así, a lo largo de la comparecencia, señaló, entre otras medidas, que priorizarán la promoción de la salud en la infancia y adolescencia, reforzando programas contra la obesidad infantil y en la edad adulta; pondrán en marcha un nuevo programa poblacional de prevención de cáncer de cérvix; incidirán en las campañas de prevención y detección precoz de infecciones de transmisión sexual; Salud Pública desarrollará un plan de lucha contra la contaminación ambiental; reforzarán el Observatorio de Muerte Digna; promoverán la participación social y profesional “efectiva”; pretenden mejorar “la calidad y la calidez de la atención sanitaria”; apoyarán “el campus sanitario de la UPNA” y, sobre todo, el nuevo grado de Medicina; consolidarán “el Idisna como referente de la investigación y formación generando alianzas y sinergias con un fuerte liderazgo del sector público”; trabajarán por “mejorar la eficiencia del sistema”; así como por promover una “política de personal motivadora”.

En cuanto a las listas de espera, la consejera indicó que es un “gran desafío” garantizar tiempos de espera “razonablemente aceptables”, si bien ya están trabajando en un plan integral en el que abordarán las causas estructurales y las actuaciones a realizar, tanto a corto, como a medio-largo plazo. Abogó por “mejorar” la equidad territorial, prestando una especial atención a la atención continuada y urgente en el medio rural y, de hecho, se comprometió a presentar en el plazo de un año una propuesta de ordenación adecuada a la realidad.

valoraciones Desde Navarra Suma, Cristina Ibarrola consideró el proyecto “absolutamente continuista y poco ambicioso”. Dijo que la coalición conservadora le tiende “la mano”, pero advirtió de que el “apoyo no va a ser gratis”. La socialista Patricia Fanlo, que valoró que el departamento se centre en las personas y en renovar el sistema sanitario, aseguró que “tenemos fe en que llevarán a cabo todos los puntos del acuerdo de programa”. Koldo Martínez, de Geroa Bai, consideró que “es un programa amplio y ambicioso con el que estamos totalmente de acuerdo” y acusó a Navarra Suma de hacer política con esta materia, ya que “pide lo que no da”. Desde EH Bildu, Txomin González señaló que los retos son “ambiciosos, importantes y difíciles”, de manera que “van a tener que contar con la participación de una parte importante de este Parlamento”. Asimismo, defendió “la prioridad absoluta del sistema público”, así como “los derechos lingüísticos de los pacientes”. Por Podemos, Mikel Buil indicó que “la motivación de los profesionales es clave para poder avanzar”. Además, dijo que comparten “los retos planteados y las prioridades y que el sistema público siga siendo puntero”. La parlamentaria Marisa de Simón comentó que “cuentan con el apoyo responsable y crítico de I-E”. La consejera, por su parte, concluyó que “el diálogo y el acuerdo es el ADN de nuestra legislatura; y así podremos avanzar”.

trabajarán para llegar a acuerdos

Política de personal “motivadora”. Tras reconocer que la legislatura se ha iniciado con una situación de “malestar entre los profesionales sanitarios”, especialmente de los médicos, la consejera dijo entenderlo. Reconoció “el trabajo, la dedicación y profesionalidad de la gran mayoría” y apostó por “resolver las razones objetivas del malestar dentro de lo posible”. Así, trabajarán “para crear las condiciones para que todo el mundo gane y sobre todo los pacientes y la sociedad, además de los profesionales”. Abogó por una política de personal “motivadora” y, entre otras medidas, buscarán estrategias para atraer y retener especialistas en este contexto de déficit.