pamplona - El Servicio de Cirugía Mamaria del Complejo Hospitalario de Navarra (CHN) ha recibido, en el 4º Congreso Español de la Mama, un premio a la comunicación científica en la que explica el protocolo seguido con pacientes con cáncer de mama, gracias al cual se ha conseguido disminuir de un 18,5% al 5,7% la necesidad de segundas intervenciones quirúrgicas.

El protocolo consiste en el análisis patológico del margen próximo al tumor realizado por patólogos, al mismo tiempo que se lleva a cabo la intervención quirúrgica. El resultado es comunicado al cirujano durante la intervención, lo que permite decidir la ampliación o no del margen de la extirpación. Debido a esta actuación, se ha reducido la necesidad de realizar de manera considerable las reintervenciones a las pacientes para eliminar totalmente el tumor.

Los profesionales del Servicio de Cirugía Mamaria del CHN y autores de la comunicación son Andrea Goikoetxea Urdiáin, Pedro Armendáriz Rubio, Inés Eguaras Córdoba, Natalia Moras Pérez, Cristina Artieda Soto y Miguel Ángel Sanz de Pablo.

La comunicación titulada ‘El valor de la evaluación intraoperatoria de los márgenes quirúrgicos en el diagnóstico de margen afecto en la cirugía conservadora del cáncer de mama’ recibió uno de los tres premios a las comunicaciones más destacadas en el congreso, celebrado del 17 al 19 de octubre en Madrid, destaca el Gobierno foral.

las cirugías La cirugía conservadora de la mama es la más empleada en el tratamiento del cáncer de mama (75%) a diferencia de la mastectomía que es aquélla en la que se extirpa toda la mama y que se utiliza en un 25% de casos.

El jefe de dicha unidad, Pedro Armendáriz, explica que “muchos estudios han puesto de relieve que la cirugía conservadora puede sustituir en la mayoría de los casos a la mastectomía, pero se tienen que dar dos condiciones: tratar con radioterapia la mama después de la cirugía conservadora y conseguir extirpar la lesión con márgenes libres, es decir, sin que se encuentre tumor en el borde de lo que se ha extirpado”. “Si no se dan ambas condiciones, las posibilidades de recaída, que la lesión vuelva a salir, son muy altas”, precisa. En el momento en el que se lleva a cabo la cirugía, añade, se intenta resecar el tumor con un margen sano alrededor, “pero el cáncer de mama muchas veces no está bien definido o tiene extensiones que hacen difícil lograr este objetivo”.

Según Armendáriz, la frecuencia de margen afecto (con enfermedad) varía mucho en la literatura científica, entre el 7-8% y el 40%, pero implica en el mayor número de casos tener que intervenir nuevamente para asegurar que el margen esté libre, con el consiguiente efecto negativo en la paciente (aumento del estrés, retraso en el comienzo de los tratamientos de quicio y radioterapia, aumento de las complicaciones que puede producir, etc)”.

En el trabajo premiado, se ha evaluado cómo funciona un protocolo de estudio intraoperatorio del espécimen quirúrgico, la parte de mama que se quita, diseñado para disminuir la frecuencia de margen afecto. En este protocolo el espécimen es remitido al Servicio de Anatomía Patológica donde el personal patólogo lo estudia, mientras, en el quirófano se continúa realizando otra parte de la operación. El patólogo valora si el margen está libre, próximo al tumor o afectado por este. A continuación, comunica, mediante llamada telefónica, al cirujano cómo está el margen y el cirujano, en el quirófano, procede con estas indicaciones. - D.N.