pamplona - La Comisión Sectorial de Estudiantes del Grupo 9 de Universidades, de la cual es miembro la Universidad Pública de Navarra (UPNA), han acordado proponer a sus gobiernos autonómicos que los coordinadores de la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) se reúnan para “llegar a acuerdos que permitan armonizar los criterios” de cara a una prueba unificada y regulada por las mismas normas para así eliminar que el nivel de dificultad sea diferente en cada comunidad.

En este G9 se encuentran también la Universidad del País Vasco (UPV), la Universidad de La Rioja (UR), la Universidad de Zaragoza, Universidad de Oviedo, Universidad de Illes Balears (UIB), Universidad de Extremadura (UEX), Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y Universidad de Cantabria (UC).

un debate eterno El debate público sobre si la EBAU debe ser unificada o no continúa abierto desde hace años, aunque cada vez son más las voces que abogan por una prueba única.

Una de las más fuertes fue la del el consejero de Educación de Castilla y León, Fernando Rey, que el año pasado denunció que en algunas comunidades las notas se “hinchaban”.

Por ejemplo, y atendiendo a datos del Ministerio de Educación, en Canarias el 34,2% de los alumnos consigue un sobresaliente en Lengua y Literatura y el 32,1% lo hace en Historia. Mientras, en Baleares estas cifras son de 8,7 y 2,2 por ciento, una diferencia abismal de cara a conseguir superar la nota de corte para lograr una plaza en el grado escogido por el alumno, donde no se hace distinción dependiendo de la comunidad en la que se realice la EBAU.

En concreto, Navarra se encuentra por debajo de la media de sobresalientes en Historia -11,2%, cuando la media estatal es 13,9%- y Lengua -5,8, tres puntos por debajo de la media-, mientras que sí que la supera en inglés -18,7% de sobresalientes, superando el 15,5% del promedio-.

En la actualidad existe un grupo de trabajo encabezado por los Ministerios de Ciencia, Innovación y Universidades y el de Educación y Formación Profesional, junto a la Conferencia de Rectores CRUE, las comunidades autónomas y la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas (Creup); elegidos para estudiar esta polémica, pero todavía no hay fecha para una primera reunión. Sin embargo, todo podría cambiar dependiendo del Gobierno resultante tras las elecciones del 10 de noviembre. Los grupos conservadores abogan por una prueba homogénea, mientras los progresistas creen que eso sería “recentralizar las competencias educativas”. - J.V.C.