La realidad de las mujeres que se encuentran en situación de vulnerabilidad es una emergencia social actual y, en palabras del presidente de la Fundación Caja Navarra, Javier Miranda Erro, también “una vergüenza social”, que hay que atajar y erradicar con urgencia. Con este fin, ldicha Fundación ha lanzado, junto con las entidades Abiatze, Ehuleak-Acción contra la Trata, Comisión para la Investigación de Malos Tratos a mujeres, Itxaropen Gune, Médicos del Mundo y Villa Teresita, un programa de impulso de la empleabilidad de mujeres migrantes en riesgo y situación de vulnerabilidad en Navarra. La Fundación destinará 300.000 euros para esta iniciativa que se desarrollará bajo el nombre Avanzando-Aurrera.

Este programa pone sobre la mesa una cuestión crucial en la sociedad como es la feminización de la pobreza, ya que la desigualdad de riquezas afecta especialmente a las mujeres, que solo ostentan el 10% de la riqueza mundial, así como señaló Sara Vicente Collado, presidenta de Ehuleak. Asimismo, según las cifras que maneja ONU Mujeres, éstas representan más del 70% de las personas en situación de pobreza en el mundo, y aunque sean mayoría al ocuparse de preparar, cultivar y cosechar los alimentos, tan sólo poseen el 2% de la propiedad de las tierras. La falta de oportunidades, de recursos y las responsabilidades familiares propician que mujeres y niñas en desventaja económica y sociocultural cuenten con mayores riesgos de ser explotadas.

Así, este proyecto se contempla, dijo Miranda, como herramienta de cambio social frente a “una realidad que discrimina a las mujeres” y que trabaja en tres ejes principales como son el psicosocial, el formativo y el de inserción laboral. El primero, hace énfasis en el apoyo psicológico, además de asesoría jurídica. Además, contempla la preparación de talleres para mejorar las posibilidades de estas mujeres frente a su inserción laboral, es decir, trabaja “para mejorar su propia capacidad, que siempre han tenido, pero que se ha visto destruida con la exposición a situaciones extremadamente violentas”, explicó Vicente junto a Alicia Giménez García, de Acción Contra la Trata. A partir de ahí, explicaron las dos mujeres, a través de una atención individualizada que contempla las necesidades concretas de cada mujer, se irá desarrollando la formación para la inserción en el mercado laboral, con el apoyo de convenios y sinergias con entidades. Las redes con empresas y el compromiso de estas suponen pata imprescindible de Avanzando-Aurrera y es que, como apuntó Giménez, “al final, son quienes pueden ofrecer puestos de trabajo, que es donde reside el objetivo del proyecto”, a las entre 800 y 1.000 mujeres en situación de vulnerabilidad que hay en Navarra, “y también al resto de mujeres, porque todas somos susceptibles de caer en estas situaciones siempre que siga existiendo la realidad actual que lo permite”, añadió Vicente.

Esta iniciativa redunda en el beneficio de todos, apuntó Miranda, y viene a reparar “el problema que hemos causado como sociedad, creando todo tipo de estructuras desiguales, por lo que ahora tenemos la obligación ética de repararlas”, concluyó.