Un triunfador hecho a sí mismo, con trabajo y esfuerzo. Pamplonés de nacimiento y orgulloso de haber crecido en el barrio de la Txantrea, donde vivió durante su infancia y su juventud en la avenida San Cristóbal, Francisco Javier Miranda García estaba profesionalmente ligado al ámbito de la ingeniería. Junto a su esposa, Ana Pinillos Eguiloz, también txantreana, fundaron en 1979 la empresa Electrónica Meysh, firma asentada en el Segundo Ensanche de la capital navarra y especializada en sistemas de seguridad y alarma que se constituyó como sociedad dos años más tarde. Al parecer hace un par de años vendió la empresa, que llegó a contar con medio centenar de trabajadores y que ahora se conoce como INV Seguridad.

La pareja, que no tenía hijos, residía actualmente en el Paseo de Sarasate de Pamplona, y el fallecido tenía un hermano y una hermana. Aficionado a la aviación, era propietario de una avioneta desde hace veinte años, aeronave que utilizaba con cierta frecuencia, según indicaron personas allegadas a Javier Miranda, que la utilizaba tanto para ocio, como para asuntos profesionales, y era frecuente que viajara junto con su mujer, que había superado recientemente una enfermedad de larga duración.Pero no solo la aviación era su pasión, sino que también era frecuente que realizara rutas como motorista y le encantaba el mundo del motor. “Se trataba de un hombre hecho a sí mismo y que, junto a su esposa, a base de esfuerzo y sacrificio habían levantado varias empresas” asentadas en Navarra y con delegación en Catalunya, destacaron ayer con gran pesar quienes le conocían.