El Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN) advierte sobre los riesgos de las mascarillas que se fabrican en casas, talleres y otros establecimientos, aunque reconoce "la gran calidad humana de estas numerosas iniciativas solidarias".

En primer lugar, los materiales empleados para su confección no reúnen los requisitos necesarios según los estándares correspondientes. En segundo lugar, el procedimiento de fabricación artesanal no sigue las especificaciones de ninguna norma técnica que verifique que la protección ofrecida es eficaz y adecuada frente al riesgo.

El ISPLN incide en que, para verificar que la protección ofrecida por toda mascarilla es eficaz, es imprescindible que, en su proceso de fabricación, se sigan las normas técnicas y las especificaciones, así como que se lleven a cabo los procesos de ensayos y verificaciones con los organismos pertinentes.

El citado organismo insiste a la población que "en ningún caso, la escasez de mascarillas de protección adecuadas debe solventarse con el uso de mascarillas artesanales dado que puede generar una falsa apariencia de seguridad en las personas usuarias, que pueden llegar a relajarse en la aplicación de otro tipo de medidas de protección contra el contagio muy relevantes tales como el lavado frecuente de manos, el mantenimiento de la distancia social (de al menos 2m), evitar tocarse los ojos, nariz o boca (incluso cuando se use guantes) y cubrirse la nariz y la boca al estornudar o toser con el interior del codo o un pañuelo desechable".

Además, la población debe conocer también que incluso las mascarillas más eficientes resultan inútiles si no se encuentran perfectamente ajustadas, por lo que es fundamental colocárselas correctamente.

Asimismo, el ISPLN desaconseja el lavado y la reutilización de cualquier mascarilla, ya que la limpieza de las mismas conforme a procedimientos no autorizados por los fabricantes, en principio, no ofrece garantías y puede llegar a favorecer la propagación del virus.

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