Las abundantes lluvias registradas sobre todo con la llegada de la primavera, junto al confinamiento domiciliario y las restricciones de la movilidad decretadas para frenar la expansión de la pandemia provocada por el coronavirus, se han traducido en una reducción del número de intervenciones del Servicio de Bomberos para apagar incendios forestales.

Durante los cuatro primeros meses del año ha sido de 296 intervenciones, menos de la mitad de las registradas en el mismo periodo de 2019, cuando se contabilizaron 613. Sin embargo son superiores a las actuaciones del primer cuatrimestre de 2018, que fueron 250 debido a las elevadas precipitaciones.

En 2018 los bomberos intervinieron en 250 incendios forestales a lo largo de los cuatro primeros meses del año (20 en el mes de enero, 81 en febrero, 63 en marzo y 86 en abril). Por parques destacó Tudela, con 77 actuaciones, seguido por el de Peralta con menos de la mitad, 37. "Fueron unos meses excepcionalmente lluviosos en los que el riesgo de incendios descendió a niveles mínimos, al contrario de lo ocurrido en el mismo periodo del año siguiente, caracterizado por unas temperaturas inusualmente elevadas y la escasez de precipitaciones", ha explicado en un comunicado el Gobierno de Navarra.

Como consecuencia el número de incendios de vegetación aumentó considerablemente en el mismo periodo del año 2019 al contabilizarse 613, un 59,21% más. Frente a los 20 registrados en el mes de enero de dicho año, en febrero fueron extinguidos 168, en marzo 329 y en abril 96. El parque con mayor número de intervenciones fue Oronoz, que sumó 153, seguido por el de Tudela (142) y Estella (62).

En la campaña invernal de 2020 hemos regresado a niveles inferiores a la media con 296 incendios forestales en el primer cuatrimestre, que superan a los de hace dos años en un 15,54% pero son algo menos de la mitad de los registrados en 2019, descienden concretamente un 51,72%. El mes de febrero, que fue seco y cálido y en el que todavía no regía el confinamiento domiciliario, concentra más de la mitad de los fuegos del periodo con 155, seguido por el de marzo (81), abril (37) y enero (23).

Por parques, en los cuatro primeros meses de este año ha sido el de Oronoz el que más salidas ha realizado para apagar incendios forestales (84), seguido por el de Tudela (81) y, a gran distancia, el Central de Cordovilla y Tafalla, con 28 cada uno de ellos, ha detallado el Ejecutivo foral.

La disminución de las intervenciones a causa de las lluvias y del confinamiento de la ciudadanía ha posibilitado que el personal contratado para la campaña de invierno haya podido trabajar en las diversas labores de apoyo que se han prestado a los departamentos de Salud y Derechos Sociales o al Banco de Alimentos, entre otros, cuando ha sido requerida la colaboración del Servicio de Bomberos.

QUEMAS PRESCRITAS

En cuanto a las quemas prescritas -incendios de vegetación programados bajo una serie de parámetros establecidos previamente con objetivos diversos (mejora de pastos, reducción de vegetación para la prevención de incendios, mejora de hábitats, eliminación de plagas)- realizadas por los parques de Oronoz y Burguete, la campaña empezó satisfactoriamente, con 13 quemas realizadas sobre todo en febrero pero no tuvieron continuidad debido de nuevo a las lluvias y al confinamiento domiciliario. Porcentualmente la reducción ha sido de casi el 70% respecto a los dos años anteriores.

Las quemas prescritas son solicitadas por sus promotores al Servicio Forestal y Cinegético. Las quemas por mejora de pastos que realizan los propios ganaderos en las que no participan bomberos porque el nivel de riesgo que implica la quema no lo requiere, se han visto reducidas en un porcentaje parecido por los mismos motivos.

Como consecuencia, la campaña de 2021 se presenta con unos importantes retos porque tendrá que abarcar las acciones no desarrolladas en 2020 junto a las del 2021.

EXTINCIÓN Y PREVENCIÓN

El Servicio de Bomberos, dentro de las atribuciones que tiene encomendadas, se encarga de todo lo relacionado con la extinción y prevención de incendios forestales.

No todos los servicios de bomberos tienen esta competencia ya que otras comunidades autónomas atribuyen la extinción forestal a los departamentos de medio ambiente y solamente los de Navarra, Cataluña, Asturias y Madrid tienen este cometido.

A efectos logísticos se divide el año en dos temporadas o campañas para la extinción y prevención de incendios forestales, la de invierno (desde enero a finales de abril) y la de verano. Aunque son los estivales los que tienen mayor repercusión mediática en invierno se producen incendios muy importantes, como los de Goizueta (2019) o Arantza (2015).