PAMPLONA. Un 7 % de los navarros necesita acceder a una vivienda, aproximadamente unas 37.000 personas que, además, en su mayoría lo harían en pareja, según una encuesta encargada por la Asociación de Consumidores de Navarra Irache.

Los menores de 30 años son los que suponen un mayor porcentaje, un 23 %, en cuanto a necesidad de acceder a un piso en el que vivir, pues tan solo un 3 % de este segmento ha comprado una casa en los últimos diez años, indica Irache en un comunicado.

A este dato se le añade que solo un 18,5 % de los menores de 30 años se ha emancipado, según un informe del Consejo de la Juventud de España, por lo que Irache cree necesario buscar soluciones para facilitar a las personas que lo necesitan, especialmente jóvenes, el acceso a una vivienda digna.

En primer lugar, la asociación propone asegurar la existencia de una oferta de viviendas acorde a la demanda y a un coste razonable, que incluya el valor del suelo y de la edificación de las viviendas, pero con un beneficio proporcionado para el vendedor, sin alcanzar un precio "imposible" para los ciudadanos.

En el caso de los jóvenes, la inestabilidad laboral y la limitación de los ingresos no hacen sencillo el acceso a la compra de una vivienda y, por ello, en estos casos, el alquiler se presenta como una opción más realista para el 64 % de los encuestados.

En este contexto, Irache considera que se deberían tomar medidas para ofrecer rentas adecuadas a los ingresos de estos demandantes de alquiler, pues "prácticamente hay unanimidad" -98% de los encuestados- en que habría que facilitar viviendas en alquiler a precios "normales".

Junto a ello, la asociación apuesta por potenciar el alquiler con derecho a compra, ya que, de esta forma, los pagos no irían en detrimento del ahorro para una futura compra, y, en caso de estar interesados, se podrían deducir del precio final de adquisición.

Más allá de los jóvenes, hay personas y familias que tampoco cuentan con recursos suficientes para poder comprar una vivienda y, estos casos, necesitan de medidas para que no se queden sin un techo donde vivir, como los programas de protección para alquiler de vivienda.

Eso sí, desde Irache aseguran que es importante que, solo dentro de las posibilidades de cada hogar, se realice una aportación para la vivienda, si es que hay ingresos; y consideran que debería haber un "seguimiento riguroso sobre la situación económica" de las familias coordinado con programas de formación.

Por eso, tras la irrupción de la COVID-19 y el estado de alarma, Irache admite que habrá que ver "cómo se comporta el mercado, si varía la demanda de los ciudadanos y sus preferencias o las condiciones y precios de las ventas" y la Administración deberá estar atenta para asegurar un acceso a la vivienda en "condiciones razonables".