a sido muy duro porque ha habido muchos fallecimientos, muchos casos, mucho miedo por parte de la población. Nunca podré olvidar las miradas de temor que me dirigían los pacientes cuando les mandaba al hospital, por lo que aparecía en la prensa: un conteo continuo de bajas, de desastres...", relata Javier Díez Espino, médico de Atención Primaria en el centro de salud de Tafalla, una de las zonas de la Comunidad Foral más afectadas por el coronavirus. Por ello, sostiene que la mejor manera de prepararnos para una segunda oleada es "evitarla y eso no depende solamente del sistema sanitario, sino de todos y cada uno de los habitantes de Navarra". Para ello, reitera el facultativo, es clave "la protección, protección y protección", porque "esto no se ha acabado, esto va a seguir hasta que tengamos una vacuna, que puede tardar año y medio o dos años, siendo optimistas", de manera que hay que seguir manteniendo la distancia social, el lavado de manos y el uso de las mascarillas cuando no podamos respetar la distancia de seguridad de dos metros. Y es que, como sostiene, "no podemos olvidarnos de lo que ha pasado tan rápido, como parece que algunos han comenzado a pensar".

El doctor Díez explica la "dureza" de la situación que les ha tocado vivir: "Hemos visto morir mucha gente, mucha, demasiada, sobre todo a nivel de residencias, personas que se ponían muy malitas muy rápido, que en aquel momento nos encontrábamos haciendo nuestro trabajo, que como médicos de familia es movernos en una incertidumbre habitualmente sin muchas pruebas complementarias, pero en este caso no teníamos ningún test; el test estaba entonces en los hospitales para aquellas personas que estaban peor y no teníamos ningún tratamiento que poder ofrecerles a nuestros pacientes, aparte de paracetamol. Lo que sí que hacíamos era estar ojo avizor vigilando y, si era preciso, se mandaban al hospital".

En este sentido, el doctor considera que "en Navarra no se ha producido ese colapso que se ha dado en otras comunidades con incidencia alta, porque la Atención Primaria, con esa limitación de medios pero con sentido común y con la experiencia de trabajo, fuimos laminando la entrada de pacientes que se iban produciendo" a los hospitales. Una ardua labor que conllevó "muchas horas de trabajo y mucha incertidumbre, porque era un problema de salud con el que no estábamos familiarizados y la información de la que disponíamos era muy volátil, continuamente estaba cambiando porque estábamos aprendiendo sobre la marcha, los protocolos se actualizaban continuamente y tuvimos que ir matizando la información que nos llegaba de China". A esto se unía que algunos compañeros cayeron enfermos, porque "al principio teníamos escasez de material de protección, aunque tengo que decir que a mí nunca me ha faltado", bien "propio del servicio, adquirido por nosotros o cedido por empresas". Sin embargo, esta difícil experiencia le ha reportado algo "muy positivo", que "ha sido un tremendo efecto sobre la cohesión de los equipos de trabajo. En Tafalla somos un equipo de trabajo muy consolidado, muy potente, pero lo ha elevado exponencialmente".

Tras mencionar que "ahora tenemos mucho material. De hecho, comienza a haber problemas para almacenarlo, porque todo lo que se encargó al final ha llegado", este médico apunta que "seguramente nos vamos a tener que acostumbrar a nivel nacional a números de dos dígitos de muertes durante mucho tiempo", lo cual "nos tiene que hacer recordar que esto está en activo". Por ello, insta a aquellas personas que tengan indicación de vacunarse de la gripe -profesionales sanitarios, profesores, pacientes con problemas de salud, mayores de 60 años, embarazadas- que, cuando llegue el momento, lo hagan y, así, entre todos protegeremos el Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea, que "solo si lo protegemos nos podrá devolver el favor atendiéndonos con todos los recursos que puede poner a nuestro alcance. Si no hacemos caso, vuelve a saltar esto, nos coincide a la vez la epidemia de la gripe, lo vamos a pasar muy mal. Y no quiero ser catastrófico, soy muy optimista, porque creo que la gente lo está haciendo bien, pero no nos podemos olvidar tan pronto de esto, porque el riesgo está ahí y es grande".

No obstante, recalca que con las medidas de prevención del covid-19, el lavado de manos, la mascarilla y la distancia, "podemos hacer una carambola de mucho beneficio", ya que "nos sirven también para evitar el contagio de resfriados, neumonías, la gripe y gastroenteritis". En definitiva, pide "sentido común" y recuerda a la ciudadanía, además de que mantenga la distancia cuando tomamos una copa de vino, que "nuestros mayores han estado encerrados y muchos ni han salido todavía. Tenemos que protegerlos y la manera de hacerlo es protegiéndonos nosotros".

Arantxa Legarra Zubiría

Jefa de Promoción de la Salud

"La principal medida de seguridad es mantener la distancia de 2 metros"

El equipo que dirige la enfermera Arantxa Legarra Zubiría, jefa de la sección de Promoción de la Salud y Salud en todas las Políticas del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra, se encarga principalmente de la información y comunicación a la ciudadanía para contribuir al control de la epidemia y evitar que se propague. Así, en colaboración y coordinación con otras secciones del instituto, con otros departamentos del Gobierno, con ayuntamientos, con entidades sociales y asociaciones, cada vez que se produce un hito o cambio de situación en esta pandemia responden para que "la población esté bien informada y tenga todos los elementos para tomar las mejores decisiones".

Legarra destaca la dificultad que suponía reorganizarse y readaptarse "muy rápidamente" ante "una circunstancia nueva y además no conocida", pero expresa la satisfacción "por la implicación de los profesionales de la sección y también de la población; todo el mundo se ha volcado. Hemos tenido preocupación por la situación vivida, de enfermedad, de confinamiento, de muerte... Todo esto afecta mucho a la población", si bien "poco a poco parece que la pandemia se va controlando y va evolucionando bien".

Tras más de dos meses de estado de alarma, Legarra concluye que "la población mayoritariamente ha sufrido bastante y ha hecho las cosas bien, se han seguido las indicaciones. En general, se ha hecho por toda la población y en todo momento, incluso en la incorporación a la actividad laboral, social, que se está produciendo mayoritariamente, se siguen haciendo las cosas bien, pero es importante continuar". Para ello, considera que "lo fundamental" en este momento "es hacer una detección precoz de los casos, que las personas sean capaces de consultar rápidamente con su centro de salud y, si es fuera de horario, con el teléfono del Consejo Sanitario cuando detecten que tienen síntomas para que valoren si es posible que tengan la enfermedad y la población que no tiene síntomas que guarde las medidas de seguridad, que la principal es mantener la distancia de dos metros entre personas. Si esto no es posible, utilizar mascarillas: obligatoria en el transporte público y también cuando no se puede mantener esta distancia de seguridad de dos metros. Y, además, la higiene de manos, lavarse las manos con frecuencia, la higiene respiratoria, toser en la parte interior del codo y todo eso".

Así, para que el mensaje de Salud llegue a la población, durante este tiempo han desarrollado un gran despliegue, colgando todo el material en la página web de la Escuela de Salud, enviando 30.500 correos electrónicos a entidades, personas y asociaciones, editando más de 250.000 trípticos informativos y más de 10.000 carteles explicativos para establecimientos.

A juicio de Legarra, aunque "la población está respondiendo bien" ante la pandemia y las medidas acordadas, "siempre hay situaciones o personas que, con la alegría de salir, a veces relajamos un poco las medidas, sobre todo la de la distancia, que es la que nos cuesta más mantenerla", si bien es importante para disfrutar de reuniones "saludables y seguras". Para ello, recuerda que hay un truco que puede ayudar: "Si yo estiro el brazo y la persona de al lado también lo hace y no nos tocamos, estamos a dos metros". Así, para lograr que nuestras salidas sean seguras, considera fundamental "ser consciente de los lugares que uno visita, evitar aglomeraciones y guardar la distancia de seguridad y, en el momento que ésta esté en riesgo, ponerse una mascarilla higiénica o quirúrgica". No obstante, considera conveniente "salir y disfrutar porque ha sido una etapa dura. Si somos conscientes de cuáles son las medidas, también se puede salir y disfrutar y no tenemos por qué salir con miedo, cada persona controlamos el sitio donde vamos y sabemos las medidas que tenemos que tomar en cada momento. Que tampoco nos paralice el miedo, que nos permita hacer la vida lo más normal posible".

Diego Reyero díez

Jefe de la sección de Emergencias

"Gracias al esfuerzo de todos hemos tenido capacidad de responder"

Como reconoce Diego Reyero Díez, jefe de la sección de Emergencias y Transporte Sanitario de la subdirección de Urgencias de Navarra, "de inicio todo el mundo infraestimamos a este virus, todo el mundo hemos aprendido que hay que prepararse de otro modo, no le dimos la importancia que había que darle a lo que veíamos en China y nos pilló con el pie cambiado, cuando había que reaccionar rápido". Con ese afán, la subdirección de Urgencias, que engloba al servicio de Urgencias Extrahospitalarias (San Martín, tanto Pediatría como adultos, y Buztintxuri), las tres ambulancias de soporte vital avanzado, las urgencias de Tafalla (el servicio normal y el comarcal) y los médicos coordinadores de SOS Navarra, pusieron en marcha el pasado 14 de marzo el circuito de recogida de muestras para hacer pruebas PCR primero en Beriáin y, a partir del segundo día, ya en el recinto de Refena. Este "muestreo rápido" surgió tras constatar lo que estaban haciendo en Corea del Sur y viendo la necesidad de "retirar de la primera línea a los profesionales esenciales que se empezaban a contagiar para no ser vectores de contagio y para que se recuperasen del cuadro infeccioso", explica el doctor Reyero, quien recuerda que la segunda y la tercera semana de marzo fueron "las peores porque tuvimos que plantear ese muestreo a miles de personas, como sanitarios, policías, personal de SOS Navarra, sociosanitarios, luego con las residencias y teníamos la problemática añadida de los EPI (Equipos de Protección Individual), de que llegaba muy poco". Durante este tiempo, esta red ha permitido realizar 19.113 PCR y 19.846 test rápidos.

Esas dos semanas de marzo, confiesa este médico de UVI móvil, "teníamos EPI contados con los dedos de las manos y fue muy duro para todos -recuerda, al respecto, tener discusiones con compañeros de toda la vida completamente entendibles-. Fue ese pico en el que había muy poco material y todo eran pacientes con sospecha de covid". Esa tercera semana se abrió el tren de descontaminación con la colaboración de la DYA, que "no solo esterilizaba y limpiaba ambulancias, sino que también camillas y sillas y los EPIS, que algunos eran de un uso teórico, los teníamos que rociar con lejía y poner a secar". En este sentido, Reyero destaca la colaboración de todos los médicos y enfermeras que "han ido con lo justo, lo han cuidado y se han enfrentado al virus", aunque no "hemos estado nunca en la fase de no tengo nada" de material. En este servicio, en concreto, se ha contagiado el 7,56% de la plantilla.

La subdirección de Urgencias afronta cada problema que acarrea este mal bicho como un reto y, como asume Reyero, han cometido errores pero "hemos tenido la capacidad de reconocerlo y girar hacia el otro lado". Así, para dar respuesta a esta crisis, ha aparecido la figura de Enfermería de coordinación en SOS Navarra y también la de toma de muestras; ha crecido la Enfermería de consejo, que ahora además son las rastreadoras de lo contagios; así como la cifra de técnicos en emergencias sanitarias, que están trabajando en las muestras y en una de las ambulancias covid que pusieron para mantener la red de transporte lo más segura posible. Desde el equipo directivo del servicio, que lleva 85 días seguidos trabajando, destacan que "ha sido gracias al esfuerzo de todos los colectivos que hayamos tenido capacidad de responder y adaptarnos tan rápido a esta situación histórica".

Tras elogiar la reacción de la sociedad frente a esta pandemia, Reyero afirma que "el resultado del 5,8% en el estudio de seroprevalencia se ha conseguido gracias a que los navarros y navarras se han confinado evitando el colapso del sistema sanitario, y eso es de agradecer", pero, teniendo en cuenta que "el 95% nos podemos todavía contagiar" y que se estima que si se produce un rebrote "habrá más de personas que puedan contagiar que cuando empezó la pandemia", insta a tener "mucho ojo en el proceso de desescalada y de vuelta a la normalidad sabiendo la sociedad que tenemos que convivir con esas medidas, sobre todo distancia social, uso de la mascarilla e higiene de manos". Todo ello, sin olvidar que "hay que empezar a vivir con eso sin miedo, porque también psicológicamente tenemos que empezar a arrancar y en eso yo soy un privilegiado, porque mantengo mi sueldo, pero hay gente que está al borde la quiebra. Hay que reactivar esto con cabeza para que no haya un brote tan grande que otra vez digan las autoridades que tenemos que confinarnos. Hay que volver a vivir".

Agurne García Baztán

Médico geriatra en el CHN

"Es conveniente que todos cumplamos las directrices por respeto y por responsabilidad"

La médico geriatra del Complejo Hospitalario de Navarra Agurne García Baztán concluye que "ha sido la experiencia más dura de mi vida profesional, pero siento que en global he crecido tanto personal, como profesionalmente". Estuvo mes y medio formando parte de uno de los equipos covid que atendía a los pacientes ingresados infectados por el SARS-CoV-2. "Durante las dos primeras semanas aproximadamente cada jornada de trabajo era agotadora física y psicológicamente. La posibilidad de poder contagiarme y, sobre todo, contagiar a mi entorno familiar me generaba tensión, preocupación, nerviosismo€ Pero lo más angustiante era ver cómo los pacientes empeoraban sin saber porqué, ya que era una enfermedad nueva, y no poder ofrecerles un tratamiento con efectividad demostrada en la literatura científica, como habitualmente hacemos en nuestra práctica clínica. Pero, según fue pasando el tiempo, el día a día se fue haciendo más llevadero, ya que me fui acostumbrando a convivir con el covid-19 (no le pierdes el respeto, pero vas dominando el miedo) y afortunadamente, el hecho de ir comprendiendo mejor la enfermedad y ampliarse el abanico de tratamientos y su disponibilidad en el hospital, me generó un cierto alivio. Por otro lado, el gran esfuerzo y ganas de trabajar de todos los profesionales implicados en la asistencia a estos pacientes (desde limpiadoras, celadores, auxiliares y enfermeros hasta los propios médicos) y el gran apoyo y colaboración entre las diferentes especialidades médicas para poder ofrecer el mejor abordaje posible a cada paciente, generó un ambiente de trabajo muy agradable" que los pacientes también agradecían. Para esta facultativa, "sin duda alguna lo más duro ha sido ver a muchos pacientes sufrir y, en algunos casos, morir en soledad" y, por ello, no le gustaría que esta situación se repitiera.

La especialista en Geriatría sostiene que "es conveniente que todos cumplamos las directrices dictadas por las autoridades sanitarias para poder superar esta situación. Y no solamente por responsabilidad, sino por respeto a todas aquellas personas que han puesto todo su esfuerzo, incluso a costa de arriesgar su propia vida. En cuanto a las personas mayores, ellos saben que son uno de los grupos más vulnerables, por lo que son precisamente los que más deben extremar las medidas de protección, pero sin olvidar que hay otros factores asociados al confinamiento que pueden afectar gravemente a su salud física y emocional, como es la inactividad y el aislamiento social. De hecho, ya hemos comenzado a ver sus consecuencias en los hospitales. Así que animo a todos los mayores, por supuesto siempre respetando las medidas de protección y los horarios, a dejar el sofá, rebajar el miedo a contagiarse y empezar a salir a la calle a pasear. Y para los más animados, a comenzar a hacer algo de ejercicio adaptado a sus posibilidades". Además, para proteger mejor a las personas mayores ante una segunda oleada del virus, la doctora García afirma que "hay que detectar a los asintomáticos" y, en el caso de la residencias de ancianos, que "es donde más estragos ha causado esta infección, consolidar desde ya los planes de prevención y actuación, así como asegurar la protección del personal que les atiende".

Lidia rupérez lana

Psicóloga sanitaria

"El miedo está y tenemos que normalizarlo y aprender a gestionarlo"

El pasado domingo finalizó el servicio de atención psicológica telefónica que puso en marcha el Gobierno foral y que gestionó el Grupo de Intervención Psicológica en Emergencias y Catástrofes (GIPEC) del Colegio de Psicología de Navarra para dar respuesta a la gran intensidad emocional que esta pandemia está generando. Una intervención en crisis, pero también preventiva, "con el fin de que estas personas fueran atendidas de manera experta y profesional para ayudarles a no patologizar la experiencia vivida", explica la psicóloga sanitaria Lidia Rupérez Lana, una de las coordinadoras del grupo de 21 profesionales que han realizado esta "gran labor".

De las cerca de 1.000 llamadas atendidas en ocho semanas, según expone Rupérez, "encontramos situaciones de preocupación y ansiedad, miedo a la enfermedad y a contagiar a otras personas, angustia, aburrimiento, frustración por el confinamiento y por el aislamiento en el que se encontraban algunas personas enfermas de covid-19". Asimismo, trataron a personas que presentaban soledad, tristeza, depresión o que estaban viviendo situaciones de duelo, siendo estas llamadas especialmente duras por las características de estos fallecimientos, por la "falta del acompañamiento social, sumado en muchos casos a que las personas que han perdido a un ser querido además deben permanecer aisladas". La experta también señala que en las últimas semanas atendieron situaciones de cansancio, desesperanza, alteraciones del sueño, aumento de la ansiedad, así como conflictos de pareja y familiares. No obstante, Rupérez explica que "en la gran mayoría de los casos el trabajo ha favorecido y ha contribuido a que las personas retomaran el control de su estado emocional y pudieran desarrollar sus propias estrategias y recursos para hacer frente a esta situación"; una ayuda que se vio enriquecida porque compartían espacio con el teléfono de Consejo Sanitario.

No obstante, teniendo en cuenta que en esta etapa de desconfinamiento "también debemos atender nuestra salud mental", el GIPEC ha elaborado una serie de pautas para que "nos vayamos adaptando poco a poco a las diferentes situaciones que vamos a ir viviendo". En primer lugar, enumera Rupérez, "es importante tomar conciencia de que el proceso de desescalada es progresivo y vamos poco a poco". En este sentido, considera "normal sentir incertidumbre ante los aspectos que teníamos socializados y que ahora vemos cambiados". Asimismo, Rupérez recomienda "seguir expresando nuestras emociones" y, de hecho, apuntan que "es normal sentir miedo en esta etapa, miedo a salir de casa, al contagio... El miedo está, tenemos que normalizar nuestras emociones, entenderlas como algo normal, y aprender a gestionarlas. Es una reacción emocional que nos ayuda ponernos a salvo y a adaptarnos a la situación". Desde el Colegio aconsejan también "centrarnos en el aquí y el ahora, de manera que atendamos aquello que sí podemos controlar" y consideran "beneficioso" practicar "la respiración o la relajación". En el caso de tener que volver al trabajo o a rutinas anteriores, recomiendan "ir adaptando los horarios de manera progresiva y planificar las tareas por orden de importancia".

Destacan la relevancia de cuidar nuestros hábitos de higiene, alimentación y descanso, de mantenerse "informado a través de canales fiables y oficiales", así como de ir "retomando el contacto social" pero, sobre todo, de confiar en uno mismo. "Podemos ver que la gran mayoría de personas han sido capaces de hacer frente a esta situación. Es importante recordar todo aquello que se ha hecho bien, aquello que se ha comenzado a realizar o se ha aprendido en la etapa de confinamiento y que nos ha ayudado. Repasar por tanto cómo lo hemos logrado, con esas capacidades de adaptación, paciencia, empatía, solidaridad... Podemos volver a establecer nuevos objetivos y a generar nuevas opciones y oportunidades en nuestra vida. Podemos vivir esta etapa con optimismo", sostiene Rupérez, que insiste en seguir las recomendaciones sanitarias oficiales.

Juan Pedro Tirapu

Coordinador de UCI de Navarra

"No podemos tirar por la borda todo el trabajo realizado hasta la fecha"

Para el doctor Juan Pedro Tirapu, que tiene la responsabilidad de coordinar las UCI de Navarra en esta pandemia, "la palabra que definió el día a día en mi trabajo y en la de todos los sanitarios fue el de la intensidad con la que se vivía cualquier situación, con las emociones de todo el mundo a flor de piel, y, a la vez, la profesionalidad y seriedad de cada una de nuestras decisiones". Por ello, considera que "será difícil de olvidar cada uno de los momentos que vivimos con cada uno de los pacientes y sus familias".

Destaca la "colaboración" y "disponibilidad" de cada uno de los coordinadores de las diferentes UCI de la Comunidad Foral, que le proporcionan un "conocimiento diario" que le ha ayudado "de forma sustancial a que la ocupación de las camas se hiciera de forma racional y, por lo tanto, adecuada". Además, según relata, "disponía diariamente de indicadores de la situación de la pandemia en la población general, así como en el hospital, y sabía lo que podía llegar a ocurrir en las UCI con cierto tiempo, lo que ayudó a planificar diferentes escenarios. De todas formas, la incertidumbre, sobre todo al principio, supuso una tensión añadida, fundamentalmente en lo que respecta a la evolución en el tiempo de la pandemia, así como en la magnitud y la virulencia que nos íbamos a encontrar".

Sin embargo, los momentos más duros para este facultativo "fueron los días iniciales, cuando teníamos entre 5 y 7 ingresos diarios de pacientes especialmente graves, lo que nos obligaba a trabajar y decidir de forma rápida, así como la utilización de técnicas especiales, que suponía una dificultad añadida para los pacientes y los profesionales". Al mismo tiempo, señala que "el tener que comunicar las evoluciones y las malas noticias por teléfono ha sido un factor que ha añadido tensión a nuestro trabajo".

Finalmente, el doctor Juan Pedro Tirapu mantiene que el hecho de que "estemos donde estamos está relacionado con la buena conducta de los ciudadanos durante estas semanas de confinamiento, así que no podemos tirar por la borda todo el trabajo realizado hasta la fecha". En este sentido, recomienda que "en las diferentes fases que iremos consiguiendo, si somos responsables, no hay que olvidar a nuestros ciudadanos más vulnerables, por ellos fundamentalmente estamos haciéndolo. Tampoco hay que olvidar a nuestros trabajadores; ellos también son víctimas si no lo hacemos bien. Respetar la distancia social, evitar aglomeraciones y huir de ellas, el uso de la mascarilla, el lavado de manos con frecuencia, así como la limpieza en general son imprescindibles". Por ello, concluye que "si no lo hacemos bien es seguro que volverán a recluirnos en casa en breve. Hagamos las cosas de forma responsable para que nuestros seres queridos más vulnerables continúen con nosotros. Ellos levantaron este país. Y hagámoslo para que nuestros sanitarios continúen trabajando con normalidad, orgullosos de todos los que les han aplaudido, y que puedan sacar a adelante sus proyectos de vida y a sus familias. No es tan difícil si lo pensamos un poco".

Sandra Monreal, Carlos Moreira, Maite Armiño, Lidia Rupérez, Laura Etxeberria, Vicenta Canet, Anabel Garciandia, Carolina Cruz, Bea Fernández, Ana Ruiz, Matilde Lahera y Sara Mendizábal, parte de los psicólogos del servicio telefónico.

"Si somos conscientes de cuáles son las medidas también se puede salir y disfrutar"

Jefa de sección de Promoción de la Salud

"La gente lo está haciendo bien, pero no nos podemos olvidar tan pronto de esto porque el riesgo es grande"

Médico del centro de salud de Tafalla

"Hay que reactivar esto con cabeza para que no haya un brote tan grande que las autoridades nos manden otra vez confinarnos"

Jefe de la sección de Emergencias

"Animo a todos los mayores, por supuesto respetando las medidas de protección y los horarios, a dejar el sofá y pasear"

Médico geriatra del CHN

"La gran mayoría ha sido capaz de hacer frente a esta situación; es importante recordar todo aquello que se ha hecho bien"

Psicóloga sanitaria

"Hagamos las cosas de forma responsable para que nuestros seres queridos más vulnerables sigan con nosotros"

Coordinador de las UCI de Navarra