- La consejera de Derechos Sociales, Mari Carmen Maeztu, aseguró ayer que su departamento valorará a partir del 1 de junio y en función de los nuevos contagios que se vayan conociendo durante esta semana las visitas generalizadas de familiares a personas mayores que se encuentran en centros residenciales. Por el momento, Maeztu anunció que esta semana se permitirá el acercamiento de los allegados a aquellas residencias que cuenten con balcones y zonas ajardinadas para que pueda haber un contacto visual y verbal con la persona residente. En el caso de las personas con discapacidad, desde ayer está permitido, bajo el criterio técnico del Instituto de Salud Pública y Laboral (ISPLN), las visitas a personas con discapacidad que residan en viviendas supervisadas, tuteladas y centros residenciales. Se podrán realizar siempre y cuando no existan casos confirmados de covid-19 o residentes en periodo de cuarentena por haber tenido contacto estrecho con alguna persona con síntomas o diagnosticada de esta enfermedad y se utilizará un sistema de cita previa.

Maeztu consideró una "noticia buena" que pudiera reducirse la duración las fases de la desescalada, "siempre desde la prudencia porque veremos cómo se van comportando nuestros datos epidemiológicos". Añadió que "iremos acompañando esa desescalada en función de lo que nos digan las autoridades sanitarias, que son las competentes". Maeztu comentó que la evolución es "positiva", "se van dando altas pero tenemos que estar atentos a los posibles casos nuevos y eso nos ha hecho posponer las visitas generalizadas a la semana que viene". "El número de fallecimientos está descendiendo", dijo, e incidió en "identificar bien los casos que puedan darse para intervenir de modo preventivo".

En el caso de las visitas a residencias de personas mayores, se seguirán permitiendo en supuestos excepcionales, tales como el final de vida, el alivio de descompensación neurocognitiva del residente o en aquellas situaciones de grave deterioro de la situación psicoafectiva de la persona, a criterio del personal técnico de la residencia. También, sin que se permita la entrada, se podrá plantear que las familias acudan al entorno residencial con el fin de permitir el contacto visual y verbal con los y las residentes. Hay que cumplir para ello las normas de distanciamiento y se establecerá un sistema de cita previa que evite las aglomeraciones.

Dependiendo de cómo evolucione la situación epidemiológica de aquí a la próxima semana, se estudiará la posibilidad de permitir las visitas en centros de personas mayores, cumpliendo los requisitos que se valoren idóneos para minimizar el riesgo de contagio y preservar la seguridad de residentes, familias y personas cuidadoras. Todas las visitas se podrán realizar siguiendo el procedimiento acordado y con equipos de protección adecuados al nivel de riesgo, tanto por parte de familias como residentes.

El protocolo de las visitas establece diversas medidas de prevención, tanto durante como después de la misma, como desinfección de manos y toma de temperatura, uso obligatorio de mascarilla quirúrgica tanto por parte del visitante como por parte del residente, así como la distancia de seguridad de dos metros, evitando el contacto físico. Entre otras recomendaciones, se pide que la persona venga directamente desde su casa por entender que si lo hace desde otros lugares más concurridos el riesgo de contagio es mayor. Asimismo, se establecerá un sistema de registro de visitas y se habilitarán espacios específicos para las visitas con circuitos de entrada y salida claramente señalizados. En aquellos casos en los que se considere posible mantener las medidas de prevención, se permitirá que las familias realicen la visita en espacios externos al centro (paseos con los residentes), respetando una distancia máxima de 1 km, así como la duración determinada.