Desde el próximo lunes, 1 de junio, el Gobierno de Navarra autoriza las visitas en las residencias de mayores.

La decisión la han tomado los departamentos de Salud y Derechos Sociales en el marco de la desescalada del confinamiento y dentro de las actividades autorizadas en la fase 2.

Las visitas se deberán realizar en todo caso mediante citas previas concertadas con las residencias.

Una orden ministerial del 16 de mayo estableció las condiciones para permitir visitas a viviendas tuteladas, centros residenciales de personas con discapacidad y centros residenciales de personas mayores y otra del 23 de mayo habilitó a las comunidades autónomas a permitirlas en su ámbito y a fijar las condiciones.

Ahora, teniendo en cuenta el criterio técnico del Instituto de Salud Pública y tras autorizar y regular desde el pasado 25 de mayo las visitas a viviendas tuteladas y centros residenciales de personas con discapacidad, el Gobierno ha considerado oportuno permitir las visitas a las residenciales de mayores.

Las mismas se podrán realizar siempre que no existan casos confirmados de COVID-19 o residentes en periodo de cuarentena por haber tenido contacto estrecho con alguna persona con síntomas o diagnosticada de esta enfermedad.

Todas las visitas se podrán realizar siguiendo el procedimiento acordado y con los equipos de protección adecuados al nivel de riesgo, tanto por parte de familiares como de residentes.

El protocolo de visitas establece diversas medidas de prevención, tanto durante como después de la misma, entre ellas la desinfección de manos y la toma de temperatura, el uso obligatorio de mascarilla quirúrgica tanto por parte del visitante como por parte del residente, y la distancia de seguridad de dos metros, evitando el contacto físico.

Además, entre otras recomendaciones, se pide que la persona visitante acuda directamente desde su casa por entender que si lo hace desde otros lugares más concurridos el riesgo de contagio es mayor, se establece un sistema de registro de visitas y se habilitan espacios específicos para las visitas con circuitos de entrada y salida señalizados.

Los centros adaptarán también los horarios para facilitar el mayor número de visitas teniendo en consideración que, aplicando los mismos criterios que para otras actividades, no estarán supeditadas a unas franjas horarias.

La duración de las mismas oscilará entre 30 minutos y una hora, dependiendo del número de residentes y de la capacidad organizativa del centro, y se autorizará una sola persona por encuentro.

El inicio de las visitas debe ser complementario de las otras vías de comunicación utilizadas durante el confinamiento (llamadas, videollamadas y cartas, entre otras).

Por otra parte, dado que la apertura de los centros supone un mayor riesgo de contagio para los residentes, es imprescindible ser estrictos en el cumplimiento de las medidas higiénicas, y de momento, y como medida de precaución, no se permite a los residentes paseos fuera del recinto de los centros.