i huellas, ni rastro de la cola, ni vegetación aplastada... El rastreador científico Fernando Gómez Velasco, de 37 años y vecino de Egüés, participó el martes en la búsqueda del misterioso cocodrilo que fue avistado supuestamente en el río Pisuerga, en Valladolid, y su veredicto es que "no hay ningún indicio que apunte a la presencia de un reptil, lo que no quiere que no lo haya". La Guardia Civil dio ayer por finalizada la búsqueda del cocodrilo supuestamente avistado en la confluencia de los ríos Duero y Pisuerga, en la zona de Pesqueruela, en Simancas, al no hallar indicios o evidencias de su presencia tras seis días de investigación.

Fernando, rastreador freelance natural de Segovia, aunque lleva tres años afincado en Navarra, fue llamado por la Guardia Civil para participar en el rastreo que ha tenido en vilo Valladolid, al que dedicó toda la jornada del martes y en la que estuvo acompañado por un biólogo y otro especialista de la asociación Chelonia, que tiene entre sus proyectos el estudio y rastreo de las especies de cocodrilos por diferentes zonas del mundo. "Yo leo el terreno, recopilo información y no he visto rastro de un cocodrilo o de un caimán. No he encontrado huellas de las manos o los pies de un cocodrilo cuando sale a tomar el sol, ni el surco de la cola. Tampoco he visto cambios de coloración de la tierra, un efecto característico de la compresión que ejerce el peso del reptil sobre el terreno, ni roturas de vegetación", explicó ayer Fernando tras regresar a su domicilio en Egüés.

A pesar de ello, y dada su experiencia, este rastreador profesional, que también colabora con la Guardia Civil en la búsqueda de personas, no puede asegurar que la existencia del cocodrilo en el Pisuerga no sea cierta. "Aunque no ha habido visualización directa, ni hay indicios de su presencia, tampoco se puede descartar totalmente. Para buscarlo a fondo, sería necesario un despliegue de grandes dimensiones y coste, que ahora no estaría justificado por esa ausencia de indicios o evidencias". Tampoco la utilización de cámaras de detección de movimiento (fototrampeo), cebos, cámaras térmicas, así como de un dron, tampoco sirvieron para acreditar al presencia del supuesto reptil en la zona, por lo que la Guardia Civil dio ayer por concluidas las labores de búsqueda.