l enlace que está en el centro del brote detectado en Tudela tuvo lugar el pasado viernes 3 de julio a las doce de la mañana en los Juzgados de Tudela. Asistieron una treintena de personas como invitados, a los que se sumaron más para la celebración, que acabaron dispersándose por varios locales de la ciudad. La madre de la novia, o la propia novia, ambas de origen senegalés que se desplazaron a Tudela desde Francia para la boda, serían la posible paciente 0, según comentaron ayer vecinos del barrio de Lourdes, donde residen los contrayentes.

La celebración del enlace tuvo lugar en conocido bar de la ciudad que ahora se encuentra cerrado y estudiando las medidas que se pueden tomar. Según los vecinos tudelanos, que viven con inquietud y preocupación esta situación, la novia y los demás asistentes al enlace habrían frecuentado numerosos establecimientos antes y durante la celebración.

Entre los locales que se han visto obligados a cerrar tras el contagio o posible contagio de su plantilla se encuentra el bar La caña, la cafetería Charela y el supermercado Dia, estos dos últimos situados en el Barrio Lourdes, barrio frecuentado con asiduidad por los novios y sus familiares. Tanto en el bar La Caña como en el supermercado Día algunos trabajadores de ya han confirmado ser positivos en el test. Además, otros negocios a los que acudieron tanto los novios como los invitados, como los de peluquería, maquillaje, manicura€ al que acudió la casadera, han sido sometidos a seguimiento y han visto las medidas de seguridad ante la covid-19 extremadas al máximo.

A todas los asistentes a la boda localizados, hayan dado positivo o negativo en las pruebas PCR, se les mantiene en aislamiento. Se trata en total de unas cien personas, según la consejera de Salud Santos Induráin, quien además afirmó que a dichos asistentes y a sus contactos estrechos se les llevará un seguimiento detallado. Entre ellos, hay un monitor de un gimnasio de Tudela, cuyos usuarios también han sido puestos bajo vigilancia.

Por otra parte y de momento, ni a los trabajadores de los juzgados ni a los asistentes a la boda que tuvo lugar justo después del famoso enlace se les harán las pruebas, ya que según ellos, se siguieron los protocolos necesarios de seguridad y en ningún momento estuvieron en contacto directo con los contagiados.