El miedo es libre, se suele decir, y ante la incertidumbre generada por la vuelta presencial a las aulas no son pocas las familias que están haciendo acopio de dispositivos tecnológicos. Durante el confinamiento tuvieron que hacer maniobras para que los padres y madres pudieran teletrabajar mientras sus hijos e hijas continuaban con su formación académica desde casa, y con tal de no repetirse la misma situación, a menudo caótica, las familias que pueden permitírselo se han lanzado a comprar ordenadores o renovar el que ya tenían en casa.La pandemia resultó ser un jarro de agua fría que afectó y sigue afectando a todos los ámbitos de la sociedad, y el educativo no fue la excepción. María Rodríguez, presidenta de Herrikoa, Federación de Apymas de Navarra, comentó a este periódico que ha habido situaciones de todo tipo respecto a la digitalización de los hogares a la hora de tener que seguir las clases vía on line. "La gran mayoría se han visto sobrepasados con el tema, porque normalmente las familias suelen tener un ordenador para toda la casa, como mucho dos", y afirmó que por lo general no ha sido fácil la docencia remota. "Nosotros nos hemos preocupado más por las familias desfavorecidas que no alcanzaban a llegar a esos medios", añadió.

En esa misma idea enfatizó Marta Díez Napal, integrante de la asociación Sortzen. No sabe decir hasta dónde llegaron las ayudas de Educación o si cubrieron a todo el que lo necesitaba, pero aseguró que "al menos a nosotros no nos han llegado quejas". Narró que, confinados, "nos hemos tenido que apañar cada uno como ha podido. Uno con ordenador, otro con tablet, sino con el móvil, por turnos...".

Vista la situación no les extraña que muchas familias se hayan planteado muy seriamente el adquirir nuevo material digital para afrontar el nuevo curso que comienza en pocos días. A título personal, admiten conocer gente en su entorno cercano que ya ha comprado dispositivos electrónicos ante un futuro incierto. "Conozco casos que han comprado un nuevo ordenador o lo han cambiado por uno mejor por lo que pueda pasar el año que viene", detalló Rodríguez, pero matizó que "los conozco personalmente, pero a la Federación no nos ha llegado esa información".

"En mi entorno hay gente que ha renovado el ordenador o ha comprado una tablet, pero hay muchas familias que no pueden comprar ese material", avisa Díez Napal, que considera, además, que "lo que pasa con la tecnología es que en muy poco tiempo se queda obsoleta". Al final, Rodríguez reconoce que "el miedo es libre, los padres, para que no pase lo mismo que la otra vez, han tenido esa previsión de comprarlo". Misma opinión que Díez Napal, que concluye diciendo que "está claro que las familias que puedan, por su cuenta, comprarán dispositivos nuevos".

demanda al alza

El sector de la informática ratifica lo que a nivel individual les ha llegado a las representantes de padres y madres de alumnos. Oskar Lakuntza, de Informática San Fermín, aseguró que "la demanda de ordenadores ha subido muchísimo". Ahora, tienen el problema añadido que a nivel de proveedores tienen la oferta muy limitada. "Tenemos muchísima demanda pero no podemos cubrirla toda", afirmó. La demanda es variada: ordenadores, tablets, webcams...: "Todo orientado al tema del teletrabajo y la docencia on line".

"Llevamos meses agotados", comentó. Está en esta situación desde un mes después de la declaración del estado de alarma, cuando "se agotaron los portátiles y todo, y la hora de reponer mercancía nos encontramos con que no había en los proveedores". Dice que se suele coger lo más básico y que no es necesario un ordenador de altas características. De cara al nuevo curso, avisa que "estamos ya previendo varias cosas y adelantándonos a lo que pueda ocurrir".

Un panorama parecido al que tuvieron en El Corte Inglés. Elsa, trabajadora en la sección tecnológica, confirmó que "desde que abrimos después del confinamiento no hemos parado". Menciona toda la gente que ha tenido que teletrabajar, y ahora se les ha sumado la vuelta al cole, que "se ha notado mucho respecto a otros años".

El problema es, al igual que para Lakuntza, que "tampoco hay mucho de todo porque las marcas se han quedado sin oferta. Ha pasado a nivel mundial". Reconoce tener la oferta más limitada que otras veces: "Haber la hay, pero no tanta". Dice tener mucho trabajo y añade que "a proporción, hay más demanda que oferta". Concluye que "hay mucha gente que viene de forma precavida porque no sabe qué va a pasar, que igual tenía un solo ordenador en casa y como lo necesitaban para trabajar, han tenido que coger para los hijos".