La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias dispuso este martes suspender las comunicaciones íntimas, familiares y de convivencia en todos los centros penitenciarios de Madrid, País Vasco, La Rioja y Navarra, en las prisiones de Mallorca y Zuera, en Zaragoza, y en el Centro Penitenciario Valencia-Antoni Asunción.

El módulo 1 de la cárcel Madrid III Valdemoro se encuentra desde martes en cuarentena y aislamiento preventivo al detectarse un caso positivo por coronavirus entre los internos de dicho módulo, según han informado las secciones sindicales de CC.OO, Acaip-UGT, APFP y CSIF y han confirmado a Europa Press fuentes de Instituciones Penitenciarias.

La dirección del centro penitenciario decretó el aislamiento preventivo del módulo 1 de los 11 que hay en toda la cárcel. De este modo, no se puede entrar ni salir del mismo para lo que no sea imprescindible. A partir de ahora se seguirá el protocolo establecido y se harán pruebas a los internos con los que estuvo en contacto el contagiado, como en el resto de los 35 casos positivos en todas las prisiones del país.

Según relatan los sindicatos en una nota de prensa, el infectado es un interno que ingresó el 17 de agosto procedente del centro penitenciario de Madrid II, en Meco. Se da la circunstancia que el 20 de agosto el módulo 3 de Meco fue puesto en cuarentena.

El día 18, dicho interno pasó del módulo de ingresos al módulo 1 en cumplimiento de lo dispuesto en las órdenes de dirección. En dicho módulo compartió celda con su hermano, también recluido en Valdemoro, han apuntado los sindicatos.

El interno hizo vida normal en el módulo durante tres días hasta que el 21 de agosto fue ingresado en la enfermería con síntomas compatibles con Covid-19. Tres días más tarde se confirmó el positivo. Al mismo tiempo su hermano y compañero de celda presenta los primeros síntomas, siendo ingresado igualmente en la enfermería, permaneciendo a la espera de las pruebas, indican.

Así, sospechan que el interno ingresó ya con el virus en la prisión de Valdemoro, lo que evidencia que los traslados entre prisiones son una vía de contagio y que se hace necesario un periodo de cuarentena.

MEDIDAS TOMADAS

El resto de internos del módulo 1, según el protocolo establecido por la dirección, no podrán salir del módulo, aunque sí bajar al patio en grupos. Los internos deberán guardar la distancia de seguridad y utilizar las mascarillas que les han facilitado. Igualmente, se ha cerrado la imprenta, dado que todos los internos que trabajan en ese taller están alojados en el módulo 1.

Los sindicatos han señalado que siguen esperando los prometidos test PCR o estudio serológico de la Comunidad de Madrid. Mientras tanto la dirección del centro ha ido llamando a algunos trabajadores que tuvieron contacto estrecho con el interno enfermo.

Entre las soluciones que ofrece la dirección a los empleados públicos es acudir a su médico de familia para que determine los pasos a seguir, entre los que se baraja que sean los propios funcionarios los que se costeen el precio de la prueba correspondiente, detallan.

"La preocupación entre todos los empleados públicos es terrorífica, dado que las posibilidades de que dicha enfermedad se extienda a otros módulos es muy alta", señalan en un comunicado.

Por ejemplo, han indicado que el recluso infectado estuvo en el departamento de ingresos con varios internos que fueron repartidos a los módulos 9, 8, 6, 5, 2 y 1, con lo que se teme que pueda haber infectados por toda la prisión.

MIEDO E INQUIETUD

Los trabajadores tienen miedo a ser contagiados, miedo a que se puedan producir altercados graves como ha sucedido en otros países y miedo "por la falta de medios para desarrollar nuestro trabajo".

"Nos encontramos solos para resolver los problemas del día a día y echamos en falta el apoyo de la dirección del centro. Por ejemplo, las mascarillas no son obligatorias para todos los internos, con lo que aumenta considerablemente las posibilidades de contagio a los trabajadores; se sigue permitiendo fumar por todas partes, y las cuarentenas de los internos que regresan de permiso son imposibles de cumplir al permitirles la dirección realizar actividades", señala CC.OO., Acaip-UGT, APFP y CSIF.

Además, consideran que algunas de estas actividades carecen de sentido, como "el coro de misa", que obligó a poner en cuarentena a 10 internos después de conocer el ingreso hospitalario del personal de capellanía.

Igualmente, critican que durante varios días se acabaron los guantes de tallas grandes; no reponen "de manera suficiente" en algunos departamentos; se ha restringido el uso del papel seca manos y material de limpieza; la organización del servicio es "muy precaria" en todos los puestos de trabajo por falta de personal, limpiando dos veces por semana puestos que se ocupan 24/15 horas al día; no se nos facilitan mascarillas FFP2 para evitar el contagio, "la dirección sigue permitiendo que los trabajadores fichen mediante huella dactilar", etcétera.

"Los sindicatos firmantes queremos reivindicar el uso de mascarillas FFP2". "Si sólo se facilitan mascarillas quirúrgicas a los empleados públicos y no a los internos, estos nos pueden contagiar. En definitiva, se hace necesario un tipo de mascarillas que evite el contagio", concluyen en el comunicado.