En plena temporada alta, muchos alojamientos alrededor de la Selva de Irati han visto mermadas sus reservas. Al igual que cada otoño, el atractivo natural de las hojas de este hayedo traía consigo una alta ocupación para los meses de octubre y noviembre; sin embargo, el cierre perimetral de Navarra ha desplomado las reservas prácticamente a cero.

A pocos kilómetros del acceso al Irati por el valle de Aezkoa, se encuentra el pequeño y encantador pueblo de Abaurrea Baja, de apenas 32 habitantes. Allí existen tres alojamientos que han vivido este año con mucha incertidumbre. “Todas las reservas de otoño se han ido anulando, por el miedo de que iban a cerrar Navarra. Y a día de hoy, estamos a cero. En primavera también tuvimos que anular muchas, aunque en julio trabajamos más. Ha sido un año nefasto y atípico”, reconoce Charo Salón, de Agroturismo Zubialde. Su casa se alquila de manera íntegra para 10 personas, pero la normativa actual limita la acogida a 6 personas. “Nos hubiésemos adaptado, pero no hemos tenido oportunidad”, dice.

En la misma línea, Blanca Iribarren de Lopeandia Etxea se confiesa cansada de la situación y del caos que supone tener que anular y cancelar las reservas. “Me estoy planteando cerrar hasta navidades porque a este ritmo no se puede estar. Me ha pasado alguna vez que tengo todo limpio y preparado y en el último momento, me dicen que no van a venir. Es un sinvivir”, expresa.

En el caso de la Posada Sarigarri, el otoño estaba funcionando muy bien y han acogido a huéspedes hasta última hora. “Se notaba que este año no venían tantos jubilados entre semana como otras veces, imagino que por miedo. Pero teníamos todos los fines de semana llenos”, dice Meritxell Tornés. Sin embargo, dada la situación, se han visto obligados a cerrar. “Tenía dudas porque sé que este fin de semana se va a acercar mucha gente, pero decidí que no iba a ser yo la que iba a provocar que venga gente y que todo siga igual. Si no paramos todos, esto no va a parar”, añade.

Este desasosiego resulta generalizado en toda la zona, tal y como comenta la presidenta de la Asociación Turística Irati-Orreaga. “Algunos alojamientos tienen suerte de poder atender, pero los compañeros de los bares han tenido que cerrar y las casas rurales del Camino de Santiago están bajo mínimos. Así que animamos a la gente de Navarra que quiera visitar la zona a que, al menos, se alojen aquí”, asevera.