La pandemia ha cambiado el mundo en todas sus vertientes y ha modificado incluso los hábitos de los delincuentes. Si no eso, sí su intensidad y actividad. La estadística delictiva va a tocar suelo este año durante la pandemia y ha puesto coto, a la fuerza, a muchos asuntos graves que se habían convertido en una batalla diaria. Así, las riñas tumultuarias, los delitos de lesiones y atentados a la autoridad, aquellos conductores que daban positivo un fin de semana tras otro, incluso los hurtos en supermercados y grandes superficies o los robos en viviendas, se han visto reducidos al máximo.

El confinamiento domiciliario de marzo y las posteriores restricciones impuestas durante la segunda ola, tales como el cierre perimetral de Navarra o el toque de queda a las 23.00 horas, han condicionado de tal manera la actividad delicuencial que el ingreso de asuntos penales ha disminuido entre marzo y septiembre en los juzgados navarros un 23% respecto a 2019. Igual que ha ocurrido con la caída de cierto tipo de infracciones, existe otro tipo de delitos al alza que se han visto asimismo favorecidos por los condicionantes sociales vinculados a la epidemia. Así, han crecido los delitos informáticos, estafas sobre todo, y los relacionados con la violencia machista y familiar, en los que la jueza decana de Pamplona, Mari Paz Benito, titular además del Juzgado de Instrucción número 3, ha observado un repunte, que además ha llevado aparejado investigaciones más complejas en el caso, por ejemplo, de las estafas online.

El balance de criminalidad que ofreció el Ministerio de Interior respecto a los delitos detectados en los tres primeros trimestres de 2020, hasta septiembre, arroja unas cifras muy similares a la estadística judicial. Entre marzo y septiembre, los cinco juzgados de instrucción de Pamplona, los once órganos que también instruyen causas penales en Tudela, Estella, Aoiz y Tafalla, el juzgado de violencia sobre la mujer de la capital, y el juzgado de menores, han rebajado su actividad en casi 4.000 procesos judiciales. Han pasado de ingresar 16.800 procedimientos de marzo a septiembre de 2019 a 12.940 en los mismos meses de este año afectado por la pandemia.

Desde los juzgados navarros, la jueza decana recuerda que también se han destapado durante este año otro tipo de infracciones, como las vinculadas con las medidas preventivas vigentes, como el uso de mascarilla, los horarios restringidos por el toque de queda y otros supuestos que no terminan activando la vía judicial porque en realidad suponen infracciones de tipo administrativo y, por lo tanto, no constituirían una infracción penal que pudiera dejar antecedentes en el causante. De esta forma, son casi residuales los comportamientos de este tipo que suponen delito, siendo así en los casos en los que la desobediencia es reiterada y manifiesta a la autoridad o va aparejada a algún otro tipo de reacción agresiva y violenta contra otras personas.

DESCENSO GENERALIZADO

Según Interior, las infracciones penales se han reducido un 21,4% en Navarra en los primeros nueve meses del año en comparación con el mismo periodo de 2019, al contabilizar 17.401 frente a 22.135. A nivel nacional, el descenso ha sido de un 20,2%. El Ministerio subraya que buena parte de dicho descenso, según subraya, "está íntimamente correlacionado" con las circunstancias derivadas de la entrada en vigor del estado de alarma.

En el conjunto de la Comunidad Foral, se observan descensos en todos los tipos penales, excepto en secuestros, donde figuran tres este año frente a ninguno en el mismo periodo de 2019; en homicidios dolosos y asesinatos en grado de tentativa que han aumentado un 36,4%al pasar de 11 a 15 y en delitos contra la libertad e indemnidad sexual, que no lleguen a alcanzar la tipología de agresión sexual con penetración, que permanecen estables en 166.

En cuanto a la caída más considerable de los delitos se da en aquellos relacionados con lesiones y riña tumultuaria, que experimentan una bajada de un 54,6% menos, con 144 frente a 317; y hurtos, que bajan un 49,8%menos, con 3.398 frente a 6.764. También se aprecian notables descensos en agresiones sexuales con penetración, que han pasado de 22 a 14, un 36,4%menos y robos con violencia e intimidación, con 159 frente a 242, un 34,3% menos.