- Al tratar con pacientes que están durante más de 15 minutos sin mascarilla, los odontólogos serán priorizados respecto a otras especialidad que no trabajan con aerosoles. ¿Cómo lo valoran?

-Hemos estado continuamente en contacto con el departamento de Salud, no solamente a nivel provincial sino también a nivel ministerial para que se nos priorizara. Hemos sido una actividad que durante todo el confinamiento fuimos personal esencial y estuvimos ahí. Algunos hemos tenido la suerte de que cuando no había mucho material de protección lo teníamos y hemos podido estar ahí atendiendo urgencias. Así como cualquier otro sanitario en primera línea, nosotros también lo estamos, por eso reivindicamos estar en el primer grupo.

¿Cuándo comenzarán a inmunizarse?

-Tengo la esperanza de que esta semana nos llamen a nosotros, pero no lo sé. Estamos a la expectativa de que lo hagan, porque estamos en primera línea sobre todo con el tema de generadores de aerosoles. Solo sabemos que serán en los próximos días y con las dosis de Pfizer.

¿Además de a los que atienden al paciente, se vacunará también al resto de personal de las clínicas?

-Sí, cuando contactaron con nosotros hace tres semanas ya enviamos unos listados a Salud Pública y nos pidieron tanto facultativos como el personal auxiliar, higienistas y también personal administrativo, que están en contacto directo con el paciente.

Como comentaba antes, su labor ha sido constante durante todos estos meses. ¿Ha cambiado algo durante estos meses en su forma de trabajar?

-Ahora los protocolos son un poco diferentes. En cuanto a nuestra protección personal es igual, porque desde que apareció el VIH hubo un antes y un después en la atención sanitaria y sobre todo en nuestro campo. En una clínica dental es casi imposible que un paciente puede contagiar a otro, porque se lleva un control de esterilización y desinfección exquisito. Lo que sí ha cambiado es el espacio entre visitas, que los pacientes no coincidan... Antes en la sala de espera se hablaba pero ahora eso no se hace. También se les hace una encuesta por si han tenido síntomas, se les toma la temperatura... pero una vez sentados en el sillón los protocolos son iguales porque sigue habiendo virus como el VIH, hepatitis o patógenos que hay que controlar.

¿Notan los pacientes esa seguridad o tienen un cierto miedo a acudir al dentista?

-Siempre he hecho hincapié desde que empezó la crisis sanitarias en que nuestras consultas son centros sanitarios seguros. Ya durante el confinamiento, cuando fuimos considerados actividad esencial y solo atendíamos urgencias, la gente respondió y no acudía por temas de limpiezas o empastes, sino cuando verdaderamente lo necesitaba y era urgente porque tenía mucho dolor. Hay gente que sigue teniendo miedo, por ejemplo una paciente me dijo esta semana que le pusiese la cita a primera hora porque no quería juntarse con ningún otro, y yo le dije que le ponía a primera hora si quería, pero que le podía asegurar que no se iba a ver con otro paciente y que las superficies iban a estar desinfectadas. No hay ningún riesgo, hay mucho más en un supermercado que en una clínica dental.

¿Se han cancelado muchas citas?

-Sí, hay gente para todo. Pero quien lo hace es porque es coherente. Sobre todo personas mayores, con miedo de salir a la calle, que solo salen si es estrictamente necesario. En cuanto a los demás, nos hemos dado cuenta que no viene gente con síntomas, que es muy responsable. Ante el mínimo síntoma llaman para aplazar la cita por si acaso. El riesgo de esta crisis sanitaria son los asintomáticos, que pasan por cualquier zona. Pero con las medidas de protección no tiene que haber ningún problema.

Y en esos posibles miedos y posteriores aplazamientos, ¿se han agravado los problemas que tratáis?

-Es muy raro que haya personas que aguanten este tipo de dolor y piensen que se pasará solo. Lo espacian hasta que no pueden más, pero acaban yendo. Al final sufren una patología que, si se espera en el tiempo, se va a agravar. Si ha ocurrido no ha sido algo generalizado, porque los pacientes han venido a las consultas. Los dolores impiden mucho. Te puede doler un brazo o una pierna y estando quieto lo puedes controlar más, pero una dontalgia, una cefalea o una migraña, cualquiera que sea del cuello para arriba, es muy difícil de soportar y requiere que se trate.

Vacuna de Pfizer. Los odontólogos serán vacunados con las dosis de Pfizer tras la última actualización del plan de vacunación realizado por Salud Pública.

El inicio, en los próximos días. Los odontólogos y el resto de su grupo comenzarán a vacunarse, previsiblemente la tercera semana de febrero.

El otro personal del grupo 3A. Junto a los odontólogos, el otro personal sanitario con ‘riesgo menor de exposición’, que se encuentra dentro del grupo 3A de vacunación, son los servicios de atención primaria u hospitalarios que no hayan sido vacunados y personal sanitario que atiende a pacientes sin mascarilla y durante un tiempo superior a 15 minutos.

1.000

En Navarra hay 395 odontólogos colegiados, que junto al personal de sus consultas (higienistas, auxiliares, recepcionistas, administrativos...) suman algo más de un millar de personas.

“Hemos estado continuamente en contacto con Salud para que se nos priorizase”

“En los listados entran también personal auxiliar, higienistas

y administrativos”

“En una clínica dental

es casi imposible que

un paciente pueda contagiar a otro”