Todos los partidos políticos de la Asamblea de Madrid, salvo Vox, han apoyado recientemente una iniciativa que plantea revisar el modelo de educación bilingüe castellano-inglés que puso en marcha el PP de Esperanza Aguirre. En la proposición no de ley, impulsada por Unidas Podemos y que han apoyado el PP, Ciudadanos, el PSOE y Más Madrid, explican que algunos estudios afirman que los niños y niñas que estudian en dicho modelo “obtienen peores calificaciones que la media” y el efecto sobre la capacitación en el idioma inglés tampoco es demasiado significativa. Defienden que se adopten medidas para garantizar que el castellano sea lengua vehicular.

Lo ocurrido hace más de una década en Madrid con el que allí denominan modelo bilingüe recuerda al proceder de UPN, ahora en coalición con el PP y Ciudadanos en Navarra Suma, en la Comunidad Foral. De hecho fue el exconvergente y actual presidente de C’s en Navarra,Carlos Pérez-Nievas, el que puso en marcha el modelo TIL (Tratamiento Integrado de Lenguas), que después se llamó PAI (Programa de Aprendizaje en Inglés). Con Alberto Catalán y José Iribas al frente del Departamento de Educación, tuvo lugar tuvo lugar la expansión de un programa, que tenía sus valedores pero también muchos detractores. Y es que, tal y como insinuó la presidenta Barcina, la oferta del inglés se impulsó para frenar la demanda del modelo D.

Lo cierto es que en 2009-10 el programa PAI se ofrecía en 18 colegios públicos y tres años después eran ya cuarenta los centros que lo ofertaban. En 2016-17, curso en el que el Gobierno de Barkos aplicó la moratoria para realizar un análisis exhaustivo del funcionamiento del programa, el PAI estaba ya en 110 colegios (84 públicos y 26 concertados) con 21.201 escolares inscritos. En la actualidad, el 56% del alumnado de Infantil y Primaria (más de 33.000 escolares) estudia en un centro PAI, que este curso eligió el 64,2% del alumnado de 3 años.

En diciembre de 2016, el Departamento modificó la normativa y estableció nuevas horquillas en el número de sesiones en inglés mínimas y máximas, según modelos lingüísticos, para dar más autonomía a los centros. Asimismo se paralizó la expansión y se permitió que fueran los centros los que decidieran si se adherían o salían del PAI. Desde entonces, seis colegios pidieron sumarse al programa mientras que el colegio público de Castejón pidió el pasado año su salida. Educación “no le autorizó” porque en el plan de salida “no se hacía mención a la previsión de plantilla tras la salida del PAI ni se tuvo en cuenta la norma que plantea que el centro debe garantizar la continuidad del programa en los cursos en que esté implantado”. Este año han vuelto a solicitar su salida y el Departamento “le ha advertido de la misma incorrección” y el colegio ha solicitado asesoramiento.

Consultado acerca de si se plantea una revisión del programa PAI, fuentes del Departamento aseguran que “dentro del plan normativo del Gobierno para 2021 esta prevista la aprobación de undecreto foral del PAI que pretende darle estabilidad y mejorarlo para el cumplimiento al acuerdo programático”. En este sentido, estas mismas fuentes señalan que el PAI “deberá tener en cuenta al alumnado con necesidades educativas especificas de apoyo, es decir, contemplar la inclusión y la atención a la diversidad”. Por último, Educación concluye que este programa “se está analizando exhaustivamente y no se descarta ninguna modificación. hay que ver las necesidades de plantillas y muchas otras cosas”. - M.Olazarán