La Guardia Civil investiga una agresión sexual que sufrió una joven durante el transcurso de una fiesta ilegal en un chalet del municipio madrileño de Colmenarejo, a la que asistieron varios integrantes de un conocido programa de televisión.

La joven, que es estudiante de intercambio, conoció a los organizadores del evento en un local de la calle Arce de Madrid el sábado 13 de febrero.

Posteriormente se trasladaron a una vivienda alquilada en Colmenarejo donde medio centenar de personas organizaron una fiesta ilegal sin respetar las medidas de seguridad contra el coronavirus, según ha informado El Mundo y han confirmado a Efe fuentes de la investigación.

La vivienda, que es una villa y tiene siete camas y cuatro baños, se oferta en una plataforma de pisos turísticos por un precio de 848,30 dólares por noche, poco más de 700 euros. Ubicada en una urbanización privada, tiene 400 metros cuadrados y 2.500 metros cuadrados de jardín.

El dueño de la propiedad ha explicado a Efe que la villa fue alquilada los días 12 y 13 de febrero con la finalidad de realizar la venta de un coche de alta gama. Esta casa se alquila normalmente para el hospedaje de hasta 10 personas y para rodajes y publicidad.

Fiesta ilegal

La persona que alquiló la vivienda firmó un contrato para poder alojar ese número de individuos y fue avisado en todo momento de las limitaciones sanitarias y de que no se podía celebrar ninguna fiesta.

Sin embargo, el 13 de febrero, entre las diez y la once de la noche, el propietario comenzó a ver muchos coches aparcados a través de las cámaras de seguridad instaladas.

Por ello, habló con los guardias de la urbanización y de forma conjunta avisaron a la Guardia Civil para denunciar que se estaba celebrando una fiesta ilegal sin su consentimiento.

Dos días después del evento, el pasado martes, la joven denunció ante la benemérita que en esa fiesta fue drogada y mantuvo relaciones sexuales con varios hombres.

Algunos de los asistentes a la fiesta son participantes de un conocido programa de televisión que consiste en poner a prueba las relaciones de pareja.

La Guardia Civil está investigando esta denuncia y las diligencias se mantienen en secreto, según han informado a Efe fuentes del instituto armado.