l día de la tan ansiada reapertura del interior de bares y restaurantes llegó ayer. Fue un viernes de terrazas llenas, por el buen tiempo, pero también de locales con muchos clientes, exactamente hasta el 30 por ciento de aforo.

Juan Carlos Oroz, del Chez Belagua, en la calle Estafeta, relató que poco a poco iba llegando clientela, pero que, como es habitual, ha habido mucha más demanda para la hora de las comidas del sábado. Afirmó que desde hace algunos días ya se agotaron las reservas, y que para el domingo acudirá algo menos de clientela. "Nos estamos acostumbrando a hacer reservas hasta para tomar una cerveza o un vino en la noche o la tarde, pero como para picar hay más mesas y más rotación, para eso todavía hay sitio".

Afirmó que este año les ha sido imposible tener la plantilla al 100 por ciento y que la mitad permanece en ERTE. "Yo creo que los interiores, si todos somos responsables y respetuosos con las normas, son espacios seguros". Sin embargo, aseguró que "cuando empiezan a hablar de la cuarta ola te asustan un poco, pero bueno, esperemos que con la vacuna y demás se pueda controlar y esta apertura sea ya para no volver atrás".

Jaizkibel Zunzarren, del bar Ulzama, en la calle San Nicolás, sostuvo que siempre han trabajado muy bien con las comidas y que ayer tuvieron demanda y algunas reservas. "Lo que pasa es que no se ha publicado hasta el jueves la medida y por eso hoy (ayer) no tenemos tanta reserva, aunque para el fin de semana sí tenemos muchas". El aforo del local en interior es de 25 personas, y explicó que eso también les limita mucho para las reservas.

Sobre la plantilla que tienen actualmente, declaró que todos los camareros trabajan el mismo porcentaje de horas, pero con un horario reducido.

Zunzarren comentó que están encantados de poder abrir interiores, porque no cuentan con terraza. "El delivery (servicio a domicilio), no es nuestro negocio, ya que el nuestro es el día a día con la gente. Por otro lado, la distancia entre mesas está a dos metros y eso nos fastidia, porque con un metro y medio metemos 16 comensales más", detalló con resignación.

Valentín Álava, del bar Bearán, manifestó que para comidas tienen unas cuantas reservas. "Pensaba que en el vermut iba a haber un poquito más de afluencia pero está más tranquilito, hoy se ve que la gente está trabajando", expresó.

Por otra parte, afirmó que hoy será más potente. "Llevamos ya una temporada que los sábados se trabaja muy bien, además ese día la gente se queda de copas en la mesa, un plan que antes se hacía más en las cenas pero ahora no se hace porque cerramos pronto", apuntó. También afirmó que en este local están con plantilla reducida, debido al cierre de las 21.00 horas y al 30 por ciento de aforo dentro.

"Con las restricciones y que ya han empezado a vacunar a la gente esperemos que no nos cierren otra vez. Si vuelven a bajar las persianas terminan de hacernos polvo a todos", subrayó.

En la Vermutería Río, Roberto Irurzun explicó que dentro de lo que podían, lo tuvieron todo lleno. "Como no podemos pasar a la gente al interior más que cuando se vacían los sitios, pues hemos tenido alguna colica que vamos controlando para cuando se vacía una mesa llenar otra".

Sobre los empleados, afirmó que todos trabajan, pero que están al 70 por ciento del tiempo. "Nos parecía mal dejar a alguien fuera".

Irurzun sostuvo que su objetivo es "que no nos cierren más, porque si no ya es un palo terrible. Sobre todo por el tema de los empleados, meterlos al ERTE y sacarlos, porque a parte de lo económico, administrativamente ya es un caos".

En San Nicolás también se encuentra el Katuzarra, donde Mar explicó que hubo mucha afluencia de clientes que fueron a comer. "Estamos llenos, ya que el cupo del 30 por ciento dentro lo hemos cubierto".

Su deseo, manifestó, es que no les vuelvan a clausurar los interiores y que les suban el porcentaje del aforo. "Cumplimos las medidas de dos metros pero nosotros tenemos más sitio y nos gustaría meter más personas", añadió.

Cari Goicoechea, trabajadora de La Mandarra de la Ramos, relató que, al ser el primer día "todavía temprano", de momento solo habían servido menús a un par de comensales. "A partir de hoy (ayer) no hemos hecho desvío de llamadas y también esperamos las reservas. Espero que la gente esté con ganas, aunque por la hora todavía no han venido muchos".

Agregó que espera que no les cierren de nuevo, y que querría poder abrir "hasta las 24.00 horas, y volver a la normalidad".