l Planetario de Pamplona acoge hasta el 25 de abril la exposición fotográfica José Alfaro: exilio y dignidad, que organiza el Instituto Navarro de la Memoria. Un proyecto expositivo elaborado a partir de las imágenes tomadas por el republicano tafallés durante su exilio en Francia entre 1936 y 1946.

De las fotografías que han sido extraídas de los 229 negativos, catalogados, datados y conservados por la familia, se infiere la vida de una década de exilio, con escenas de las visitas familiares, instantáneas en tomadas en sus trabajos, con otros compañeros de exilio o recibiendo a niños y niñas evacuados desde Bizkaia, según destacaron los organizadores de la muestra en una nota informativa.

La exposición exhibe 50 fotografías que, en el catálogo que se ha editado vienen acompañadas de una serie de frases del propio autor entresacadas del documento escrito por José Alfaro en 1968 titulado Memorial a los Señores Procuradores en Cortes por el Tercio de Familia. Comisión a estudiar el problema Jubilados sin jubilar en el que reclamaba una pensión de jubilación y reflexionaba sobre las injusticias que padeció.

José Alfaro nació en Pamplona el 3 de octubre de 1895. Estudió en los Escolapios de Tafalla y en la escuela pública francesa de Saint Pierre d' Irube (cerca de Baiona). En 1911 a los 16 años aprobó las oposiciones al cuerpo de Correos y fue destinado a Cáceres donde conoció a Elisa García Camarero, su futura esposa. En septiembre de 1914 volvió a Navarra y ejerció de oficial de correos en las estafetas de Estella, Sangüesa, Villafranca y Tafalla. En 1923 se casó con Elisa García y tuvieron cuatro hijos: José Mª, Mª Pilar, Mª Luisa y Mª Carmen. Ya en Tafalla, en 1930 promueve un Centro Republicano. El 14 de abril de 1931 proclama la República desde el balcón del Ayuntamiento de Tafalla. Tras el golpe militar José Alfaro es detenido el 29 de julio del 1936 y recluido en la cárcel de Tafalla hasta que el 7 de agosto de ese mismo año un favor personal de un familiar posibilitó su salida de prisión y su traslado a San Juan de Luz (Francia).

Comenzó entonces un largo exilio de más de diez años. Al principio se ganó la vida realizando pirograbados y compartió alojamiento con su amigo, el nacionalista tafallés Santiago Doxandabaratz. Posteriormente trabajó durante dos cursos como lector de español en la Escuela Normal de Maestros de Rodez (en el Mediodía francés) y luego como obrero en la Sociedad Hidroeléctrica de los Bajos Pirineos de Baiona.

Su afición por la fotografía le llevó a documentar las escasas visitas de sus hijas al otro lado de la frontera, la vida cotidiana en el exilio, la llegada de niños y niñas desde Bizkaia alejándose de la guerra o las reuniones con sus compañeros en el exilio: Santiago Doxandabaratz, Vicente Navarro, David Jaime, Bernabé Herrero... También realizó un buen número de fotografías de los distintos lugares por donde viajó (Saint Pierre, Bayonne, Oloron, Biarritz, Rodez, Canet Plage, Perpignan, París o Cambó).

La muestra se enmarca en el programa El exilio navarro. Investigación, Memoria y Arte, que el Instituto Navarro de la Memoria, organismo dependiente del Departamento de Relaciones Ciudadanas, está desarrollando en los años 2020 y 2021. Se trata de un programa que propone actividades para la reflexión sobre el exilio, como "una de las consecuencias más graves, profundas y permanentes del golpe militar de 1936, la guerra y el triunfo de la dictadura franquista".

Según han indicado desde el Ejecutivo foral, la divulgación de la memoria y el arte son dos de los ejes centrales de este programa y en ambos se encuadra la exposición de Alfaro. En contexto similar, ha agregado, se enmarca la exposición sobre las Hermanas Uriz Pi, su renovación pedagógica y su exilio; o la del artista navarro Gerardo Lizarraga, así como el III encuentro audiovisual Imágenes con Memoria que se programará en breve, de nuevo con el exilio como tema central.

Palabra e imagen. El catálogo de la exposición 'José Alfaro, exilio y dignidad' se construye a partir de la imagen y de la palabra; dos discursos paralelos, sin aparente conexión entre sí, pero que, conforme caminan, van dando cuerpo a la experiencia de José Alfaro en el exilio francés. Fotografías tomadas entre 1936 y 1946 a las que acompañan frases (a la izquierda de la publicación y ordenadas de forma cronológica) entresacadas de un documento escrito por José Alfaro en 1968, en el que contaba su vida tanto laboral como personal y reflexionaba, con sinceridad y valentía para los tiempos en los que lo escribió, sobre las injusticias que padeció.