- El Día Internacional de la Mujer es un día de lucha y reivindicación, pero también de reconocimiento y apoyo de las unas a las otras, materializado habitualmente en forma de tsunami morado que inunda las calles. Una celebración que, aunque con el objetivo intacto, tendrá que reinventarse en un 8-M diferente: más íntimo y sin aglomeraciones para no ponerle las cosas más fáciles a la covid-19. Una prudencia que apoya la directora gerente del Instituto Navarro para la Igualdad (INAI), Eva Istúriz García, que anima a todas las mujeres a utilizar nuevas vías para seguir expresando su compromiso con la igualdad.

¿Ha acentuado la pandemia la brecha de género?

-Sí, tanto los datos cuantitativos aportados por las estadísticas oficiales del Instituto Navarro de Estadística (NASTAT), como los del estudio cualitativo que realizó el propio Instituto Navarro para la Igualdad (INAI/NABI) durante el confinamiento, donde se recogen los testimonios de las vivencias 51 mujeres navarras, nos indican que así ha sido. Un ejemplo de ello ha sido el teletrabajo. Durante el confinamiento de primavera el 70,3% de las mujeres navarras declaró desconectar de su trabajo en menor medida que antes, frente al 44,9% de los hombres. Esta falta de desconexión ha seguido aumentando llegando al 89% de las mujeres y al 51% de los hombres, según datos del último trimestre del 2020.

Se podría pensar que si tanto hombres como mujeres han estado trabajando desde casa, han podido repartir mejor las tareas del hogar.

-El teletrabajo no ha servido para repartir de forma más equitativa los cuidados y sí para añadir más carga de trabajo a las mujeres, con el consiguiente incremento de sus riesgos psicosociales y su malestar. En todas las crisis quienes están en situación de mayor vulnerabilidad son quienes más afectadas resultan, y como seguimos viviendo en una sociedad estructural desigual para las mujeres, las repercusiones han sido más duras para ellas. Además, ya existían anteriormente una pandemia de violencia contra las mujeres y una crisis de los cuidados, que precisamente la covid-19 ha puesto un gran foco en ambas, y las ha amplificado.

¿Que acciones baraja el INAI para solventar estos desequilibrios?

-La apuesta del Gobierno de Navarra con la igualdad se ha concretado en un aumento de presupuesto y de su personal en total un 12% más que en 2020. Este año vamos a poder contar con el Plan Estratégico de Igualdad para materializar la Ley Foral de Igualdad entre mujeres y hombres, un plan que va a estar alineado con la Estrategia 2030, la Estrategia de la Unión Europea y la Estrategia Foral de Despoblación. Además, vamos a estar trabajando para integrar la perspectiva de género en el Plan Foral de Empleo y en los distintos proyectos europeos que se van a ejecutar en Navarra.También abordaremos una estrategia para hacer frente a la crisis de cuidados, para ello vamos a liderar un Pacto Foral por los Cuidados, en coordinación con los Pactos Locales por los Cuidados. En materia de violencia de género mejoraremos la coordinación para la atención y prevención de esta violencia, así como la capacitación de todos los agentes que intervienen en esta materia. Vamos a ampliar la territorialidad de toda la estrategia de empoderamiento para que los distintos programas en esta materia sean accesibles a todas las mujeres.

¿Qué le parece que vayan a convocarse concentraciones por el 8-M en el actual contexto de pandemia?

-Este año no queda más remedio que animar a expresar las reivindicaciones con firmeza y con prudencia, atendiendo en todo momento a las medidas de seguridad, utilizando nuevas vías y medios para expresar nuestro compromiso con la igualdad.

En este sentido, podríamos decir que este 8-M, además de reivindicativo, es también motivo de reconocimiento a la labor de las mujeres que han sacado adelante a la sociedad frente a la covid-19, asumiendo, una vez más, todo el sistema de cuidados, tanto en el ámbito privado como en el público.

-Precisamente nuestra campaña del 8 de marzo de este año ha tenido como lema Mujer tenía que ser, ha visibilizado a mujeres anónimas enmarcadas en un contexto laboral en primera línea de la lucha contra la covid y a cada una de las mujeres que han estado reivindicando sus derechos a lo largo de la historia. Es necesario continuar con el reconocimiento a la labor realizada durante tantos años por el movimiento feminista que, con sus reivindicaciones y movilizaciones, han incidido en las políticas públicas de igualdad en Navarra en los últimos años en general, y en estos momentos de pandemia en particular. También reconocer a las asociaciones de mujeres por la igualdad en el medio rural y su contribución en la lucha contra la despoblación. Además, quiero resaltar la fortaleza que supone para nuestra sociedad contar con mujeres referentes en espacios de decisión tan importantes como son el Gobierno, el Parlamento y entidades locales.

¿Qué mensaje le gustaría transmitir a las mujeres en este contexto tan complicado?

-Estamos en un momento histórico, determinante para las mujeres. Podemos cambiar de paradigma, no solo para que no retrocedamos en nuestros derechos, sino para que avancemos hacia un cambio estructural económico y social, para que salgamos de esta crisis de otra manera a crisis anteriores, apoyándonos en la capacidad de resiliencia de las mujeres, apostando por la igualdad que es innovación social y un factor clave para la sostenibilidad de la vida humana y de la naturaleza, para que podamos vivir una vida libre de violencias. Todo ello es beneficioso para la sociedad en su conjunto, con el feminismo ganamos toda la ciudadanía.