La imagen de una Semana Santa a rebosar de turistas vascos, riojanos, madrileños o catalanes poco tiene que ver con el panorama actual de los alojamientos turísticos de Navarra que, en estos momentos, "en el mejor de los casos", apenas rozan el 50% de ocupación en algunas zonas de la Comunidad Foral, una cifra que cae hasta el cierre en otros tantos hospedajes que representa la Federación de Turismo Rural de Navarra, que agrupa a 11 asociaciones del sector.

En esta ocasión, a las restricciones vigentes hoy se le suman los pluses aprobados para el puente de San José y Semana Santa por el Gobierno foral, que ha reducido los encuentros en domicilios a una sola unidad convivencial. Algo que ha supuesto un gran golpe para los alojamientos turísticos de la Comunidad Foral, especialmente para las casas de más de 6 plazas que "quedan muy limitadas para poder trabajar, por no decir que es prácticamente imposible hacerlo", aseguró Beatriz Huarte, secretaria general de Anapeh.

Y es que, en Navarra, la mayoría de casas rurales pueden acoger de ocho hasta 16 personas, por lo que "llevan desde septiembre prácticamente cerradas y se enfrentan a unos meses parecidos hasta que las medidas permitan trabajar con cierta normalidad", expuso Huarte.

Unas restricciones añadidas en estas fechas que desde Anapeh no terminan de entender: "Es un sin sentido que el fin de semana previo a las vacaciones de Semana Santa una casa pueda ser ocupada por dos unidades convivenciales, y los días del puente se limite a una familia", planteó la secretaria general.

En este sentido, y "por lógica", lo más demandado en alojamientos turísticos de cara a las vacaciones están siendo las habitaciones dobles y las casas y apartamentos de cuatro plazas. Así, desde Anapeh comentaron que las reservas "reales" se han abierto recientemente tras conocer que el Ejecutivo foral no cederá ante el levantamiento del cierre perimetral y Navarra no se beneficiará de turistas de otras comunidades.

De hecho, parte de las reservas de estos alojamientos han quedado vacías al conocer las restricciones extraordinarias, puesto que muchas de ellas eran de vecinos de otras autonomías y han tenido que ser canceladas.

Sin embargo, Navarra es conocida por ser tierra de diversidad, algo que juega en su favor en esta Semana Santa tan limitada, destacaron desde Anapeh, porque permite hacer muchas actividades como pueden ser esquiar, rutas a caballo, senderismo, rutas en mountain bike (bicicleta de montaña), espeleología, parques de aventuras, o catas de vino y gastronómicas, entre otras cosas, dentro de sus límites geográficos.

A pesar de que los propietarios de varios alojamientos turísticos se hayan planteado la bajada de precios para ser más atractivos para los clientes, desde Anapeh admitieron que "no es atractivo tener una política de bajada de precios, todo lo contrario. No es solo que el sector no se lo puede permitir, sino que decisiones de este tipo restan valor a un servicio de calidad", dijo Huarte, quien afirmó que "desde la Federación este aspecto lo tenemos muy claro y no vamos a entrar en una guerra de precios".

Una decisión especialmente relevante cuando el sector del alojamiento ha perdido cerca de un 50% de la facturación en 2020. Si bien en el entorno rural "se trabajó bien en verano, no se pudo trabajar nada en primavera ni en otoño y, en invierno, salvo en zonas del Pirineo, en el resto de Navarra es temporada baja e incluso de cierre de los alojamientos", explicó Huarte.

Por todo esto, para la Federación de Turismo Rural "es muy importante que el cierre perimetral finalice cuanto antes para que podamos recuperar nuestra actividad y recuperemos la competitividad del destino Navarra, un territorio muy diverso con grandes atractivos y grandes profesionales que están deseando recibirnos cuanto antes", concluyó Huarte.