- El director general de Salud, Carlos Artundo, consideró ayer que “la pandemia y la agudización de los problemas -ya existentes en los centros de salud antes de la irrupción del coronavirus- es una oportunidad de oro para identificar debilidades y ejecutar cambios ya propuestos en la Estrategia de Atención Primaria y Comunitaria de Navarra”, aprobada a finales de la anterior legislatura. Así, tras señalar que la pandemia “ha visibilizado las fortalezas” y “ha agravado la mayor parte de las debilidades preexistentes”, reconoció que “se percibe una pérdida de calidad con respecto a la atención presencial por la menor cercanía, la falta de contacto visual y la imposibilidad de realizar una exploración física”. La actividad no presencial ha crecido. Antes de la covid-19 se situaba en el 30% y ahora rondará el 60%, si bien “ha ido mejorando en los últimos meses”, ya que llegó a ser el 80-85%, estimó Artundo. Por ello, entre las propuestas a corto plazo del plan de acción, está “mejorar la accesibilidad y la monitorización” para saber dónde se encuentran los problemas de acceso, así como reforzar al personal de estos centros.

Para ello, la idea de Salud es que “una parte importante del contingente covid -que eran unos 1.200 profesionales-, sobre todo profesionales de Enfermería, dedicarla al plan de vacunación y después, que gran parte puedan quedarse para reforzar los equipos de Atención Primaria”. Así lo indicó Artundo en una comisión de Salud a la que acudió junto a la consejera Santos Induráin a petición de Geroa Bai para explicar el análisis de la situación y los problemas existentes en la Atención Primaria (AP), así como el plan de acción para superarlos y la calendarización de las medidas.

El pasado 9 de noviembre, mediante una orden foral, la consejera encomendó al director general de Salud este encargo en un momento en el que “era evidente la situación de malestares diversos en relación con la AP y, sobre todo con el tema de la presencialidad”. Así, iniciaron un proceso participativo “innnovador, ágil y en construcción”. Entre el 20 de octubre y el 2 de marzo realizaron 24 entrevistas con colegios profesionales, ciudadanía, sociedades científicas, sindicatos y profesionales de Atención Primaria para elaborar un documento que “no está cerrado” y que presentarán mañana a los participantes.

Artundo sostuvo que la pandemia, además de poner de manifiesto “la necesidad urgente del desarrollo tecnológico” en este ámbito, “ha tensionado aún más al primer nivel asistencial”, de manera que “las plantillas insuficientes han tenido que enfrentar cambios en el modo de atención y nuevas funciones en muy poco tiempo”. Sin embargo, destacó que “la atención se ha realizado con voluntad, entrega y buen hacer de las y los profesionales”, y a pesar del cansancio.

No obstante, constató que se han incrementado “las quejas por la dificultad de contacto, debido fundamentalmente a la saturación telefónica”, y que ha aumentado “la actividad, sobre todo la no presencial centrada en la consulta telefónica”, si bien consideró necesario recuperar “la actividad en cronicidad y otras actividades”.

En cuanto a las propuestas a medio plazo, para el segundo semestre de 2021, señaló que la intención es trabajar la accesibilidad, acometer otras formas de comunicación, como e-consultas o videollamadas, ya que “la atención no presencial ha llegado para quedarse”, dijo, así como la reorganización de las Unidades Básicas Asistenciales, el refuerzo profesional para incrementar la capacidad resolutiva (fisioterapia) o la atención continuada y urgente. A largo plazo (2022-23), acometerán cuestiones estructurales, como la reorganización de la atención pediátrica, la organización territorial o los cambios en el marco normativo.

Así, el plan contempla “garantizar un medio seguro y condiciones de trabajo adecuadas para profesionales y población en tiempos de pandemia”, para lo cual falta dotar de uniforme al personal del medio urbano -el rural ya lo tiene-, se ha firmado un acuerdo para abordar la salud emocional del personal y “todos los profesionales están vacunados”. Asimismo, prevén diseñar un plan de recuperación de actividades que han quedado relegadas o suspendidas, como los circuitos rápidos de sospecha de cáncer o el control del paciente crónico, así como mejorar la accesibilidad al servicio. También mejorar las infraestructuras y tecnificación de los centros; facilitar la atención fuera de ellos, dotándoles de tabletas u ordenadores portátiles con acceso a historia clínica o que la atención urgente fuera del centro en horario ordinario pase a Urgencias Extrahospitalarias en Pamplona y Comarca; adaptar la provisión de servicios a las necesidades de pacientes y profesionales; adecuar la plantilla a la situación y necesidades actuales, revisando las funciones, analizando la incorporación de otros profesionales e impulsando la autogestión; avanzar en un modelo de atención integrada sociosanitaria; recuperar los consejos de Salud; y actualizar la cartera de servicios.

“La pandemia es una oportunidad de oro para identificar debilidades y ejecutar cambios”

Director general de Salud

“Queremos abordarlo en toda su profundidad, para reforzar y para cambiar lo que sea necesario”

Consejera de Salud