La pandemia ha pasado factura a la matrícula de las enseñanzas de personas adultas en Navarra. Este curso, según datos del Departamento de Educación, el número de alumnos y alumnas que cursan las distintas actividades formativas que engloban estos estudios ha caído un 25% con respecto a 2019-20 y se sitúa en torno a los 4.000 estudiantes. La reducción de las ratios para cumplir con las distancias de seguridad y el miedo a la covid-19, sobre todo, del alumnado de mayor edad, son las principales razones que explican este pronunciado descenso.

La oferta de estudios de personas adultas en Navarra es amplia y variada, pero también una gran desconocida para buena parte de la ciudadanía. Existen dos bloques diferenciados. El primero engloba toda formación referida a la educación básica (alfabetización y Primaria, así como español para extranjero, enseñanzas no regladas o cursos en competencias clave) y se imparten en seis centros sitos en Pamplona, Estella, Tafalla, Tudela, Sakana y Sangüesa. Este curso, según datos del Departamento y del colegio José María Iribarren de la capital navarra, hay 2.994 personas inscritas en las distintas actividades formativas, de las cuales cerca de la mitad estudia en el centro pamplonés. Esta cifra sensiblemente inferior a los 4.109 alumnos matriculados en 2019-20, según recoge el último informe del ConsejoEscolar de Navarra.

AMPLIA OFERTA

En el marco de las enseñanzas básicas, los estudios de español para extranjeros son los que más interés despiertan en todos los centros de personas adultas de Navarra. El objetivo de las personas que se matriculan en estas clases es aprender el idioma de la sociedad de acogida para integrarse lo antes posible. Este curso, alrededor de 1.500 personas están inscritas en esta actividad.

Las enseñanzas no regladas, también conocidas como formación personal, es el segundo bloque en número de alumnado. Incluyen las áreas de idiomas así como de informática, y el perfil del alumnado responde a la idea de formación permanente. “Nos encontramos con personas que viven una época con más tiempo para dedicárselo a sí mismas, y por otro hay alumnado que, habiendo realizado algún otro nivel en el centro, siente la necesidad de continuar el camino de su crecimiento personal”, explican desde el colegio José María Iribarren.

Otro de los estudios potentes son las enseñanzas básicas (iniciales I e iniciales II), que este curso rondan las 440 inscripciones. Equivalen a la Educación Primaria y abarcan un amplio abanico de niveles, desde alfabetización hasta el último curso de Primaria, desde donde pueden acceder a las enseñanzas de Secundaria. “Los objetivos de este alumnado varían, y van desde aprender la lectoescritura hasta el interés por seguir formándose en materias como Lengua, Matemáticas, Ciencias Sociales o Naturales. Muchas de estas personas tiene como meta continuar sus estudios en Secundaria o FP”, aseguran desde el equipo directivo del colegio pamplonés.

Por último, en virtud de un acuerdo entre el Departamento de Educación y el Servicio Navarro de Empleo, estos centros ofertan una capacitación básica para adquirir las competencias clave en Lengua y Matemáticas y así poder superar las pruebas. Este paso es necesario para acceder a los cursos de certificado de profesionalidad. Cada certificado acredita el conjunto de competencias profesionales que capacitan para el desarrollo de una actividad laboral identificable en el sistema productivo. Existen tres niveles (1, 2 y 3) y en estos centros se preparan para los de nivel 2. Este curso hay en torno a 233 inscritos distribuidos entre los seis colegios.

Un grupo menos numeroso, este curso rondan las 155 personas, pero igualmente relevante es el que atiende a personas con discapacidad (intelectual, auditiva, motórica y visual). Ofrecen distintos aprendizajes así como talleres variados que favorecen por un lado el envejecimiento activo y también la inclusión social.

un millar en secundaria El segundo gran apartado de estos estudios son las enseñanzas de Secundaria y Bachillerato (diurno y nocturno), que se imparten en once institutos de Navarra. Estas enseñanzas, que también han perdido alumnado este curso al pasar de 1.323 inscritos a 1.047, permiten obtener el título de ESO y el de Bachillerato.