Navarra detectó este miércoles 5 de mayo 134 nuevos casos de infección por Covid-19, , según los datos facilitados por el Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN), tras realizar 2.697 pruebas de PCR y antígenos, lo que se traduce en una positividad del 5%. Son 25 contagios más que el día anterior, pero por debajo de los 181 anotados hace 7 días y de los 184 de hace 14. En lo que va de semana los casos han descendido un 21% con respecto al mismo periodo anterior. La incidencia acumulada también sigue bajando, a 147 en siete días y a 313 a 14.

168 pacientes permanecían ayer ingresados por COVID-19 en los centros de la red hospitalaria, 12 menos que el día anterior. Ayer se produjeron cinco ingresos relacionados con el coronavirus, ninguno de ellos en la UCI, y se notificó un fallecimiento de días previos, un hombre de 86 años. El número total de muertes confirmadas por esta causa en Navarra se sitúa en 1.174.

Ayer Etxarri Aranatz, que ha decidido este jueves mantener el cierre perimetral, encabezó el listado diario de positivos con 11, seguido de Rochapea con 9, Tudela, Leitza y Barañáin, con 7, Alsasua con 6, Mutilva con 5, y Lakuntza, Lodosa, Chantrea, II Ensanche, Ermitagaña y Villava con 4. Pamplona acumuló 35 en total.

En lo que respecta al proceso de vacunación en Navarra, ayer se administraron 6.999 dosis, lo que eleva el número de vacunas administradas a 274.158, de las 301.345 dosis, recibidas en Navarra hasta el momento. Las personas que han completado su vacunación hasta la fecha son 84.348, tras haber recibido ayer su segunda dosis 2.239 personas.

Más datos del miércoles

Sobre los nuevos contagios, por zonas, en Pamplona / Iruña y su comarca se registraron el 51% de los casos positivos, en el área de Tudela, el 8% y en el área de Estella-Lizarra, el 6%. Los demás positivos (35%) se reparten por otras zonas de Navarra.

En cuanto a la distribución por franjas de edad de los nuevos casos registrados, los grupos mayoritarios son el de menores de 15 años, con un 32%, y el de menores de 30 a 44 años, con el 21%. A continuación, se sitúan los grupos de 15 a 29 años y el de 60 a 75 años, ambos con un 15% respectivamente. Finalmente, los grupos de 45 a 59 años, con el 14%, y el de mayores de 75 años, con el 3% de los nuevos contagios. La edad media de los nuevos positivos se sitúa en los 34,5 años.

Con respecto al género, el 51% de los casos son hombres y el 49% restante, mujeres.

Desde la perspectiva de la ocupación hospitalaria, según informa el Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea (SNS-O), tras el balance de ingresos y altas, 168 personas permanecen ingresadas con y por COVID-19 (doce menos que ayer), 29 de las cuales se encuentran en puestos UCI (dos menos que ayer) y otras 18 en hospitalización domiciliaria (cuatro menos que ayer). Los demás, 121 pacientes, están en planta (seis menos que el día previo). Todas estas personas dieron positivo en una prueba PCR, sea esta infección o no el motivo de su ingreso hospitalario, y ocupan espacios COVID-19.

La incidencia acumulada de infecciones por el virus, según los reportes diarios, se sitúa en Navarra en 60.280 confirmados.

Etxarri Aranatz y Lakuntza mantienen el cierre perimetral

Etxarri Aranatz y Lakuntza mantienen el cierre perimetralEl Gobierno de Navarra, previa consulta con los ayuntamientos de Etxarri Aranatz y Lakuntza, ha aprobado prorrogar una semana más el cierre perimetral decretado en ambas localidades para contener la expansión del COVID-19. Se trata de la primera prolongación de estas medidas extraordinarias tras una adaptación al nuevo marco normativo debido al levantamiento del Estado de Alarma.

La medida en Etxarri Aranatz, de unos 2.500 habitantes, entró en vigor el pasado 15 de abril y, con la decisión adoptada hoy, se prolongará hasta el próximo 13 de mayo (incluido). El municipio presenta una incidencia a 14 días de 2.134 casos por 100.000 habitantes, mientras que la incidencia a 7 días se sitúa en 1.288 casos.

Por su parte, Lakuntza, de más de 1.200 habitantes, permanece cerrado perimetralmente desde el pasado 1 de mayo, medida que con la prórroga se alargará hasta el próximo 15 de mayo (incluido). La incidencia a 14 días es de 5.316 casos por cada 100.000 habitantes y de 3.596 a los 7 días.

Con respecto al cierre perimetral, Salud recalca que de la limitación de movilidad de personas para la entrada y salida de estos municipios (no así de los domicilios), se exceptúan desplazamientos que tienen que ver con obligaciones laborales, sanitarias, educativas, retorno a la residencia habitual, atención a personas vulnerables y otras causas de fuerza mayor.

Funes levanta este sábado las medidas extraordinarias

Por otro lado, el confinamiento municipal de Funes, en vigor desde el pasado 23 de abril, se levantará este sábado 8 de mayo tras constatarse un importante descenso de la incidencia de la enfermedad durante la última semana. En la localidad, de más de 2.400 habitantes, la incidencia a 14 días ha pasado de los 2.459 casos por 100.000 habitantes que presentaba en la fecha del cierre a los 2.131 casos actuales. El impacto de las medidas en el índice a 7 días es muy importante, pasando de 1.393 casos por cada 100.000 habitantes a 450. Asimismo, la trazabilidad de los positivos es muy alta y la tendencia es claramente descendente.

Fin del cierre perimetral

La cierta flexibilización de las medidas restrictivas en Navarra a partir del decaimiento del estado de alarma no ha resultado seguramente una tarea fácil para buscar posiciones unánimes dentro del propio Gobierno foral. De lo contrario, no resulta sencillo de explicar los motivos por los que con una situación hospitalaria y de incidencia de contagios en "riesgo muy alto", Navarra avanza ahora en abrir la mano, levantar el cierre perimetral y permitir una hora más en las terrazas, así como hasta seis personas de dos unidades convivenciales en los domicilios.

La consejera de Salud del Gobierno foral, Santos Induráin, quizás ofreció ayer de pasada en la rueda de prensa la clave de todo este asunto. "Es que con el fin del estado de alarma...", arrancó a decir Induráin para, sin llegar a pronunciarlo, pero venir a deslizar que sin dicha alarma no hay sustento legal para muchas de las restricciones en vigor y los tribunales se podrían revolver en contra de dichas medidas, en caso de que no sean graduales, necesarias y proporcionadas. Todo hace indicar que si fuera la responsable de Salud la que tuviera que tomar las decisiones la apertura sería probablemente más lenta y gradual. Induráin precisó ayer que "se trata de afrontar la evolución de la pandemia hablando de realidades más que de deseos porque la foto actual es muy seria": la incidencia va en lento descenso pero sigue en un escenario de riesgo elevado (327 casos por 100.000 habitantes ayer) y los hospitales continúan con una "presión importante".

DIEZ CASOS DE CEPA BRASILEÑA "La tendencia es buena pero son niveles de riesgo muy altos en hospitalización y camas UCI ocupadas", a lo que hay que añadir el factor imprevisible de cepas como la brasileña y la sudafricana que por mutaciones "pueden ser un factor desequilibrante" en los contagios. La consejera advirtió que en Navarra se habían detectado una decena de casos de cepa brasileña, algunos importados de personas que regresaron de América y otros por contactos de personas que llegaron de comunidades vecinas.

En este sentido, y cuestionada por qué se adopta dicha flexibilización cuando el escenario pintaba oscuro días antes, Induráin recordó que la semana pasada ya apuntó que se iniciaba un lento proceso de bajada de contagios y esta semana hay un 16% menos de casos, de ahí que se hayan tomado unas medidas de flexibilidad "muy, muy prudentes". Santos Induráin señaló al respecto que la mayoría de los contagios son en el ámbito de familias que conviven en distintos domicilios, pero apuntó que también se puedan registrar brotes que se inician con un número reducido de casos en un espacio de ocio y luego se propagan, lo que obliga también a esa precaución con la hostelería.

Nuevo escenario

El fin del estado de alarma este domingo abre un nuevo escenario a la hora de hacer frente al coronavirus y cada comunidad va a ser la que decida las restricciones oportunas para gestionar la pandemia. En el caso de Navarra, el Ejecutivo foral ha decidido flexibilizar algunas de las medidas hasta ahora vigentes ante el descenso de contagios registrado en las últimas semanas y tras alcanzar ya un buen ritmo de vacunación, con más de 35.000 dosis administradas a la semana. El vicepresidente del Gobierno foral, Javier Remírez, y la consejera de Salud, Santos Induráin, anunciaron ayer que a partir del 9 de mayo se levanta el cierre perimetral de Navarra, permitiéndose las entradas y salidas de la comunidad, algo que no ocurría desde el 21 de octubre, con la excepción de los días de Nochebuena y Navidad.

No obstante, pese a una evolución favorable de los datos y un ritmo de vacunación cada vez más alto, la consejera Induráin recordó que en estos momentos "no hay suficiente inmunidad de grupo" como para relajarse y que la situación de Navarra con respecto a la pandemia sigue siendo "de riesgo muy alto", con una incidencia a 14 días por encima de los 300 casos por 100.000 habitantes y con una presión hospitalaria que se sitúa en niveles altos. Es por ello que el Ejecutivo, mediante una orden foral, mantendrá el toque de queda, que seguirá vigente entre las 23.00 y las 6.00 horas. Dicha norma -que firmará la consejera el domingo a las 00.00 horas, una vez que decaiga el estado de alarma- tendrá vigencia entre este domingo, día 9, y el 20 de mayo, ambos inclusive, y también contendrá restricciones en el sector hostelero y en el ámbito de las reuniones. En el caso de los bares, se flexibiliza el horario de apertura de las terrazas, que a partir del domingo podrán cerrar a las 22.00 horas en lugar de a las 21.00, pero se mantiene vigente el cierre del interior de los bares, un espacio que los responsables del Ejecutivo consideraron de mucha interacción y de relajación de medidas preventivas.

En cuanto a las reuniones, en el ámbito público seguirán siendo de un máximo de 6 personas y, en el privado, se permitirán encuentros de dos unidades convivenciales y de un máximo de 6 personas, una medida que será más flexible que hasta ahora, que solo se permitían reuniones de convivientes. El resto de medidas, relativas a horarios y aforos en el ámbito comercial, cultural, etc. se mantendrán sin cambios.

MÁS FLEXIBILIZACIONES La orden tendrá una vigencia de 12 días para que termine el jueves 20 de mayo y así, en caso de prórroga o de cambios en dicha orden foral, estas modificaciones se iniciarán en viernes, tal y como ha ocurrido hasta ahora. El vicepresidente Remírez subrayó que la intención del Gobierno es "ir flexibilizando medidas, incluso en este mes de mayo" en función de que vaya mejorando la situación epidemiológica. En este sentido, aunque algo más precavida, la consejera Induráin destacó que las medidas se van a revisar cada semana y que espera consolidar la tendencia a la baja. "Es imprescindible ganar mayo para que este sea un mes que marque un punto de inflexión en la pandemia y evitar un rebrote peligroso", incidió, y defendió que el reto exige vacunar y un equilibrio entre restricción y flexibilización, algo "alcanzable entre todos para enfocar un periodo estival más seguro".

El TSJN decidirá desde el lunes, cuando las medidas ya estén en vigor. Si hasta ahora el Gobierno de Navarra remitía las ordenes forales al TSJN para su ratificación antes de aplicarlas esta vez no va a ser posible. Por una cuestión jurídica, la consejera de Salud, Santos Induráin, no puede firmar la orden hasta después de que finalice el estado de alarma, a las 00.00 horas del domingo 9 de mayo. Será en ese momento cuando Induráin firme la norma, que entrará en vigor inmediatamente, y la trasladará al TSJN para su evaluación. Cabe destacar que el toque de queda es la única restricción que no ha pasado por los jueces. En caso de que el tribunal rechace algún aspecto de la orden foral, el Ejecutivo podrá recurrir al Tribunal Supremo la decisión.

Hoja de ruta

El nuevo escenario que se plantea tras el estado de alarma en Navarra, donde la comunidad ya no permanecerá cerrada perimetralmente y por lo tanto se podrá entrar y salir con libertad de la Comunidad Foral, no supone de todas formas que la hoja de ruta planteada por el departamento de Salud cambie de rumbo. Así, el Gobierno foral seguirá teniendo la potestad y la competencia, y así lo seguirá haciendo, de decretar el cierre perimetral de localidades en caso de que la incidencia de contagios sea elevada.

El semáforo de riesgo que fija el Ejecutivo navarro, según las pautas sanitarias, y que está basado fundamentalmente en la incidencia de casos a 14 y 7 días, el nivel de contagiosidad entre la población de más de 65 años, la trazabilidad de las infecciones en el municipio seguirán siendo las claves para decidir sobre los futuros cierres perimetrales de las localidades. Ayer, la consejera de Salud, Santos Induráin, precisó que "la movilidad y la interacción social, en el ámbito publico y en el privado, son los escenarios en los que configurar desde las competencias navarras un marco normativo suficiente que combine flexibilidad con restricciones acordes" a la situación sanitaria una vez termine el estado de alarma.

El portavoz Remírez expuso que "la fórmula navarra", en cuanto a las medidas restrictivas, "funciona"; "no somos infalibles y esta cuarta ola está costando más reducir por la fatiga pandémica y la cepa británica pero las medidas navarras funcionan tanto a nivel sanitario como a nivel de actividad económica y de recuperación del empleo". Según dijo, "a todos nos interesa recuperar el mayor grado de actividad social y económica y sin duda hay muchas cuestiones y ámbitos con los que trabajar, todo vinculado a la situación epidemiológica". "Somos optimistas junto al avance del proceso de vacunación para que Navarra recupere la actividad cuanto antes y sea la que antes que recupere la situación previa al Covid", expuso.

Remírez comentó además, en torno a los cierres o no autonómicos, que se mantiene contacto con las CCAA, sobre todo con las limítrofes, un contacto "permanente" durante toda la situación de pandemia. "Vinculamos nuestra situación epidemiológica y cierta coordinación con las CCAA limítrofes como Aragón, Rioja y Euskadi", detalló Remírez.