“Esta desescalada no tiene ningún sentido, es una vergüenza”. De esta forma se expresada Juan Mari Idoate, vicepresidente de la Asociación de Hostelería y Turismo de Navarra, miembro del Grupo Idoate y al frente del restaurante Europa. “Esta gestión está siendo vergonzosa, están jugando con 18.000 trabajadores y llevan 4.000 despidos del sector a sus espaldas”, espetó.

“El Gobierno de Navarra no tenía por qué haber cerrado ni un solo restaurante a lo largo de estos nueve meses”, señaló, porque “¿quién nos paga todas esas perdidas? ¿Quién?”. “Las ayudas que han dado a la hostelería no han superado el 10% de las perdidas”, destacó.

“No puede ser tampoco que cierren las terrazas de la Plaza del Castillo y mandes a toda esa gente a casa para que continúen la fiesta en pisos o bajeras, esa no es la solución”, expuso. “Si cierran la hostelería, les invitó a que cierren las tiendas de ropa en las cuales pasa mucha más gente por hora que en la mesa de un bar o restaurante”, declaró. “Y todavía se atreven a decir que cerremos los interiores a las 22 horas y después ver cómo la gente se puede ir a la Plaza del Castillo a echarse unas copas, ¿pero esto qué es?”, expresó molesto. “También hay que decir que este sábado no deberíamos haber permanecido cerrados, porque es un día más perdido”, lamentó.

“Nosotros colocamos los medidores de CO2 desde noviembre y nos garantizan una excelente calidad del aire”, explicó. La empresa InBiot fue la encargada de gestionar toda la instalación de medidores en los restaurantes de la familia Idoate. “Nosotros contamos con tres restaurantes que han permanecido cerrados y sin ninguna alternativa, por eso la idea utilizar los medidores de CO2 nos parecieron la mejor opción a la hora de abrir nuestros comedores de nuevo al público”, describió.

“No puede ser que nos hagan cerrar a las 22.00 y las terrazas puedan seguir abiertas”

Gerente del restaurante Europa