Diferentes ONGs agrupadas entorno al Punto de Información para Personas Migradas de Iruñea/ Migratuendako Informazio Gunea (Geltoki) se concentraron ayer en la plaza del Ayuntamiento de Pamplona para denunciar, visibilizar y pedir una solución a la situación de exclusión en la que se encuentran una veintena de jóvenes de entre 21 y 32 años que están viviendo en la calle. Los colectivos denuncian que estas personas, la mayoría de origen magrebí, duermen en espacios inseguros de la ciudad, algunos de ellos en edificios abandonados, y en condiciones insalubres "con el riesgo que eso supone para su bienestar y el de toda la sociedad", y carecen de vivienda. "No son las únicas personas que viven en la calle en nuestra ciudad. Sabemos que hay quien lleva en esta situación muchos años. Quienes se han acercado al punto de información son una veintena de jóvenes, la mayoría chicos, que se encuentran en situación administrativa irregular y sin empadronar", recalcan.

Jóvenes que carecen de una red social, no dominan la lengua y en varias ocasiones han sido "interpelados por la policía, detenidos y llevados a comisaría, sin haber cometido ningún delito". Varios de ellos participaron ayer de la concentración. "Tienen que hacer frente en el día a día a numerosos obstáculos por parte de la administración y a plazas extremadamente largos para ser atendidos en los servicios de información", denuncian los colectivos sociales. Situación que junto a la "descoordinación entre los servicios aumenta la confusión y crea falsas esperanzas". Desde diferentes asociaciones, como Elkarri Laguntza o París 365, se hace un acompañamiento de estos jóvenes para abordar los "complejos trámites administrativos, prestamos apoyo para propicionarles comida y ropa, aprendizaje de castellano, etcétera pero no logramos solucionar la verdadera necesidad: empadronamiento y vivienda". Tampoco se les reconoce la condición de asilo, por lo que "son una población fantasma. Van al París 365 a comer, a las duchas de Cáritas...", resalta.

Descoordinación

Exigen por tanto una respuesta por parte del Gobierno de Navarra, del Ayuntamiento de Pamplona y de su dirección de Servicios Sociales para que hagan realidad "el slogan de la Declaración Institucional aprobada por el Gobierno de Navarra el pasado mes de diciembre sobre "Navarra Tierra de Acogida" con el fin de ayudar a las personas que buscan un futuro mejor lejos de sus hogares en los países de origen, y que esta "Navarra de colores" no quede solo en una gran campaña de márketing social". Solicitan también que se ofrezca una solución habitacional a estos jóvenes y al resto de personas de nuestra comunidad que están "sobreviviendo" en su situación, a la vez que denuncian el incumplimiento del derecho a empadronamiento, la falta de criterios y pautas claras para tramitarlo, así como la "descoordinación entre todos los servicios de atención y acompañamiento social". Llamamiento que hacen al Gobierno de Navarra, al Ayuntamiento y a todos los grupos parlamentarios y municipales para que no se vulneren derechos básicos como la vivienda en nuestra comunidad. Asimismo, invitan a toda la sociedad a que se una a esta denuncia y participe en el trabajo comunitario que están impulsando.

Según expusieron ayer Carmen Lacunza e Isabel Díez, del PIM, muchos de estos jóvenes que duermen en la calle, algunos de ellos desde hace más de nueve meses, no tienen entrada en el albergue municipal de Trinitarios, "y no los atienden en ninguna ventanilla; no los reciben en el servicio de Alta Exclusión del Gobierno ni la dirección de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Pamplona "que se pasan la pelota entre ellos" si bien matizan que, en algunos casos, tienen apoyo de algunas unidades de Servicios Sociales "dependiendo de los barrios". "Todos los recursos están descentralizados", subraya. Algunos de ellos han sido acogidos por familias de forma altruista "pero la situación es insostenible". "Son jóvenes que vienen a buscarse la vida, muchos de ellos trabajan en el campo en situación de precariedad y ganando muy poco", añaden.

"El problema de la vivienda es gravísimo, no pueden empadronarse porque no tienen acceso a una vivienda por lo que no tienen ningún derecho y son invisibles. Por otro lado, no se les alquila vivienda salvo por parte de otros inmigrantes y los precios son desorbitados con habitaciones por las que se llega a pagar hasta 400 euros", alertan. "Lo ideal sería que pudieran estar atendidos en el albergue municipal pero nos dicen que al no estar empadronados no tienen derecho", añaden quienes también reconocen un cambio de actitud ya que "en los últimos días nos están llamando desde Alta Exclusión del Gobierno foral, esperemos que haya una solución porque llevamos semanas sin una respuesta".

Se han adherido a este manifiesto los siguientes colectivos: Africa United, Casa de Chile, Elkarri Laguntza Apoyo Mutuo, Iruñea Ciudad de Acogida -Iruñea Harrera Hiria, Lab sindikatua, Martes al Sol, Papeles Denontzat, París 365, Plataforma de Afectad@s por la Hipoteca del Casco Viejo, STEILAS sindikatua, SOS Racismo Nafarroa.