La Universidad Pública de Navarra, a través de la Fundación Universidad-Sociedad, gestiona cada curso más de 3.300 prácticas, la mayoría curriculares, es decir, obligatorias para obtener el título de grado. Asimismo, la UPNA ofrece distintas actividades formativas con el objetivo de mejorar la empleabilidad de sus estudiantes, futuros profesionales. Una labor que, a juzgar por los últimos datos del estudio sobre inserción laboral de los egresados de esta universidad conocidos el pasado mes de abril, va por buen camino. Y es que, según esta encuesta, el 92,2% de los titulados de grado de la UPNA está trabajando a los tres años de terminar sus estudios.

Aparte de ofrecer una formación en competencias técnica de calidad, una educación que en palabras de la vicerrectora de Estudiantes, Empleo y Emprendimiento, Cristina Bayona, “está acreditada”, la Universidad pone el foco en “aquellas cualidades y aptitudes que los empleadores están valorando para poder ofrecérselas a nuestros estudiantes”. Una de ellas son los idiomas. Por ello, desde hace varios años, la UPNA ofrece lo que denominan grados con idiomas, que permite al alumnado cursar unos programas lingüísticos (inglés, francés y alemán) al mismo tiempo que realizan la carrera y obtener una titulación que acredite su nivel de idioma.

un test para ver las competencias transversales

Otra de las cuestiones que valoran los empleadores son las competencias transversales, es decir, cuestiones como la innovación, creatividad, trabajo en equipo, liderazgo, toma de decisiones o comunicación oral. “En el marco del plan de mejora del empleo y el emprendimiento, en segundo de carrera damos la opción a los estudiantes de pasar un test para medir estas competencias transversales. Con esa información, la Universidad hace un informe de cada uno de los grados y también un informe individual de cada uno de los estudiantes, donde se les dice en que competencias están mejor o peor preparados”, explica Bayona.

A partir de tercero, la UPNA ofrece al alumnado la posibilidad de formarse en estas competencias transversales. “Tenemos seis cursos sencillos, que pueden compatibilizar con su grado, y que pueden reconocer como créditos de extensión universitaria (cada curso quivale a 1 crédito ETCS)”, señala la vicerrectora, que añade que “desde este curso también se hará un segundo test en cuarto de carrera para ver en qué han mejorado en esos dos años y de esta forma pueden acudir a una entrevista de trabajo y explicar al empleador cuáles son sus puntos fuertes”.

Los cursos, que se pueden realizar en tercero o cuarto de carrera, tienen una duración de 10 horas y están pensado para realizarse de manera presencial. “También los hemos diseñado en formato on line pero las cuestiones que se trabajan consideramos que son más efectivas si se abordan en persona”, asegura Bayona, que adelanta que “a partir del próximo curso, aparte de estas competencias transversales, también se van a ofrecer cursos de competencias digitales y otras más ligados a los objetivos de desarrollo sostenible (sostenibilidad, ciudadanía...)”.

plan de mentoría

Además de estos programas de idiomas y cursos formativos, la UPNA organiza todos los años un encuentro de empleo y emprendimiento y ofrece talleres de orientación laboral dirigidos a estudiantes del último curso. En ellos se explica cómo preparar una entrevista de trabajo, cómo redactar un currículo o cómo trabajar la marca personal.

Otra cuestión novedosa y que ha tenido una excelente acogida es el Plan de Mentoría Senior, impulsado hace tres años por el vicerrectorado de Estudiantes, Empleo y Emprendimiento. “Este programa consiste en poner en contacto a profesionales con estudiantes del último curso de grado y máster. Les denominados mentores séniors, algunos de ellos son egresados de la UPNA, porque hacen de mentores con los alumnos y alumnas que se apuntan al plan”, explica Bayona. El compromiso de los mentores es realizar al menos dos reuniones con los estudiantes mientras que estos deben realizar los talleres de orientación laboral para que las charlas “sean más provechosas”. “En estos encuentros, los estudiantes universitarios entran en contacto con personas que están trabajando y les pueden aconsejar. Normalmente el mentor les recibe en su empresa u organización, lo que también hace más atractiva la reunión”, remarca la vicerrectora, que añade que “llevamos tres años funcionando y la experiencia es muy positiva para ambas partes. Tenemos una participación de unos cien mentores cada año, que se encargan de un estudiante o alguno más si son del mismo ámbito profesional”.

Por último, la otra “pata importantísima para la empleabilidad”, en palabras de Bayona, son las prácticas curriculares (obligatorias en los grados) y extracurriculares. “En los últimos cursos hemos gestionados alrededor de 3.000 prácticas curriculares y unas 300 extracurriculares”, señaló Bayona.