- Graduado en Derecho Internacional y Trabajo Social, Abderrahim Tarkoukou Naciri, marroquí de 38 años, comenzó hará cinco años a impartir clases de árabe en Pamplona. Fue gracias a una de sus alumnas que se puso en contacto con el Centro de Comunicación Internacional (CCI) y se embarcó en el mundo de la traducción e interpretación en el ámbito judicial, policial y sanitario. Siendo las personas de origen magrebí la comunidad migrante más grande en Navarra, esto se refleja también en el número de demandantes de estos servicios, que en 2020 ascendieron a 448.

El perfil de la persona magrebí asistida por un intérprete es, según Abderrahim, mayoritariamente masculino, de entre 25 y 45 años, y recién llegado a la Comunidad Foral. Así, los delitos más destacados entre esta población están relacionados con robos y violencia de género. Para el intérprete, esto se debe a “la ignorancia de esta comunidad en cuanto a los derechos y obligaciones de aquí, aunque también influye la falta de integración”, explica.

Un problema que podría paliarse “a base de una educación enfocada a trabajar con esta comunidad”. Un trabajo presente en las acciones de Navarra y que Abderrahim agradece al Ejecutivo foral: “El pueblo árabe tiene predisposición de integrarse y valoramos que el Gobierno y los navarros se impliquen en la integración de los migrantes”, valora.

En este sentido, al tener una gran relación con la comunidad árabe en Navarra, Abderrahim ha tenido que interpretar a más de un conocido y, lejos de suponerle algún tipo de conflicto, reconoce que facilita su trabajo: “Al conocernos se genera antes un clima de confianza para trabajar y entendernos, que es la clave de mi trabajo. Nunca he tenido problemas con los interpretados, es más, ellos ven un apoyo en mí en un momento complicado, es lo más gratificante de mi trabajo: que es muy humano y me siento de gran utilidad”.

Por la contra, asegura que lo más complicado es traducir la jerga judicial a personas ignorantes en este aspecto, casos en los que la literalidad no sirve. “Una vez un cliente pensó que solo lo juzgaban por agresión sexual y en realidad lo juzgaban por 9 delitos y se enfrentaba a 60 años. Si no llego a explicárselo no lo hubiera entendido”, recuerda.

“El pueblo árabe sí tiene predisposición de integrarse y valoramos el trabajo del Gobierno”