Navarra es la segunda comunidad con mayor consumo de huevos per cápita en 2020, por detrás del País Vasco, con 183 huevos por persona al año.Los vascos fueron los que más huevos per cápita consumieron en 2020 con una media de 3,5 por semana, según un estudio de la Organización Interprofesional del Huevo y sus Productos (Inprovo), que destaca que en el año de la pandemia en Euskadi se dio un incremento interanual del 14 % en el consumo de este alimento.

Este informe de Inprovo, que representa a más del 85 % de los productores y comercializadores de huevos y sus derivados en España, indica que el consumo anual en la CAV en 2020 fue de 185 huevos por persona, muy por encima de la media española, situada en los 151 huevos, es decir 3 huevos a la semana.

Navarra se sitúa como la segunda comunidad con mayor consumo de huevos por detrás del País Vasco, con 183 huevos por persona al año, seguida de Aragón (173), Cantabria (172) y Asturias (164).

En el extremo opuesto se sitúan Extremadura (121), Castilla-La Mancha (130), Canarias (135), Andalucía (138) y Murcia (147).

Sin embargo, Euskadi y Navarra se encuentran a la cola en términos de producción de huevos en 2020: solo el 3 % de los huevos de todo el país proceden del País Vasco, el mismo porcentaje que en Navarra, lo que se traduce en 38 millones de docenas producidas en cada una de estas comunidades.

En Euskadi, los municipios vizcaínos de Gámiz-Fica y Larrabetzu, con 525.000 gallinas censadas, fueron las de mayor producción el año pasado.

En total, el censo de gallinas ponedoras se elevó en Euskadi en 2020 a 1,6 millones, pertenecientes a 92 granjas de producción.

En el conjunto de España, el huevo se consolidó como uno de los alimentos de la cesta de la compra con mayor crecimiento, con un incremento del 17,1 % respecto a 2019, un porcentaje que se disparó hasta el 46 % durante los meses de marzo, abril y mayo de 2020, coincidiendo con el período más duro del confinamiento.

Incove recuerda que en Euskadi la producción de huevos en sistemas al aire libre se inició hace más de 25 años con la denominación de "huevos de caserío vasco", que pronto contaron con la marca de calidad distintiva "Eusko Label", que identifica los huevos de gallinas criadas al aire libre, con una alimentación basada en cereales con más de un 50 % de maíz y controles de calidad, trazabilidad y frescura.